Ilusiones

- El mundo se acabó y no estuvo tan mal...

- Y pensar que todo lo hacíamos rapidito. Siempre apurados, con cuánta falta de ética.

- El tiempo que siempre nos sobra y nos falta, y que va delante de nosotros haciéndonos guiños fastuosos.

- Rapiditos en la gloria y en la porfía. En el amor.

- Obtenido todo. Nos olvidamos de todo.

- No merecemos nada, y lo queremos todo.

- Odiando nuestro odio. Y sólo amando nuestro amor, cuando fracasamos.

- Otro año que gira: gira la noria, y pensando que el mundo avanza; ya nada nos es extraño.

- Pienso en los que no están ya con nosotros, y que siguen siendo tan necesarios, y a sabiendas de que ni en el otro mundo nos encontraremos...

- Uno que es muy frágil. Que ha sobrevivido a fuerza de ardides (divinas).

- Nos compraron el alma (en una esquina).

- Y al menos ya somos libres porque nada somos: nada nos piden. Nada podemos dar.

- ¿Quién puede ayudar a alguien en este mundo?

- El amigo que no me llamó más: todo lo que escupía contra los demás lo practica ahora, con admirable exactitud (y ni se entera).

- El poder es el arma que si no sabes manejarla te mata.

- Y si le manejas bien te aísla, te disloca, te aparta.

- Cuando no te llamen, ni te visiten, ni pregunten por ti ni te busquen. Y puedas disponer de ti libremente. Agradécelo a tu poder, tú que te has vencido a ti mismo.

- Niño de María. Niño venturoso: ¡cuántos regalos cuando nada recibas! Y en tu fiesta seas sólo tú el que te convidas. Y cuántos abrazos felinos y benditos para renazcas de tus cenizas. ¡Cuánto feliz silencio en los cielos y cuánta luz de pensamientos que conturban y animan!

- Si te fuera posible ser feliz en el infierno.

- Si te fuera dable ser feliz en el santo cielo de los demonios. O en alguna cárcel o monasterio.

- Ya sabemos que nunca volveremos a ser lo que no fuimos. Lo que fue, fue.

- Nacer. Eso sí quisiera, pero no aquí.

- Pero hay que sacar una visa y programar una cita con el jefe y colocar la jeta en la ventanilla y hablar fuerte. Gritar con sibilina decencia.

- Y amar a la nada esperanza que finge amor en la nada prepotencia. O en la coja autosuficiencia.

- Consumidos como una vela. De a poquito, sangrando, sudando, encendido, y con la frente en alto, aunque sea de rodillas.

jsantroz@gmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3190 veces.



José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

 jsantroz@gmail.com      @jsantroz

Visite el perfil de José Sant Roz para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: