Reflexión sobre la tragedia de Newtown.



Tras la enésima tragedia acaecida en los Estados Unidos de manos del joven Adam Lanza, vemos como los ojos del mundo se vuelven a los Estados Unidos para escrutar las causas reales de tal hecho. Tarea harto difícil ya que tenemos frente a nosotros a los monstruos guardianes de la “democracia” norteamericana, los medios de comunicación masiva al servicio de los intereses imperiales. Lo primero que notamos, es la descalificación del sujeto; en este caso el joven Adam Lanza. “nerd, loco, retrasado…” son los calificativos más elegantes que podemos mencionar de entre todos los improperios que los grandes medios han dirigido al joven y buscando identificarlo como un aislado que no pertenecía a “nosotros, nuestro grupo, los normales”. Ahora todos sabían que había algo raro en que viviera en un sótano sin ventanas de una casa gigantesca y elegante. Ahora todos se habían dado cuenta de que tenía Asperger. Ahora todos sabían que había algo mal en que la madre perteneciera a una secta fanática de la preparación para el fin del mundo y la anarquía global y en que en ese marco fuese criado el joven Adam; notándose como inclusive administran el flujo de la información. Para el día de hoy, la novedad es que Adam mato a su madre de 4 disparos en la cabeza, el día de ayer fue el tema de la secta, y el día antes de ayer, era que jugaba juegos de video violentos. Todo esto buscando desviar la atención del punto focal real del tema, el revisar el estado de descomposición de la sociedad norteamericana; o como diría Churchill, “la era de las consecuencias” que la sociedad norteamericana vive desde hace unos años para acá, producto de la ficción que recrean día a día como vida.

Como todo problema humano, es un problema complejo, multifactorial. El tema de partida es, la tenencia de armas en los Estados Unidos. Basados en una interpretación de una enmienda constitucional escrita bajo circunstancias apremiantes como el evitar que cayera el recién creado estado, se redactó que “Siendo una milicia bien preparada necesaria para la seguridad de un estado libre, el derecho del Pueblo a tener y portar armas no será vulnerado” cosa que hoy por hoy sigue esgrimiéndose como justificación anacrónica para la tenencia de cualquier tipo de armas con casi ningún tipo de control. Pero esta arista del problema por sí sola no resuelve nada. Comparativamente, En Canadá tienen prácticamente el mismo control de armas, y no pasa nada, o al menos nada de esta magnitud (ni mucho menos varias veces al año durante décadas). Inclusive en nuestra América Latina, donde, legal o ilegalmente, hay armas diseminadas por la población, aun así estos hechos no ocurren.

Otra arista del problema, es en la archiconocida influencia del lobby de NRA, la National Rifle Association en los legisladores de Washington. Las empresas armamentistas aglutinadas bajo esta asociación combaten ferozmente y en efectivo contante y sonante cualquier intento por controlar la tenencia de armas y apuntan más bien a la proliferación, como por ejemplo durante los debates post 9-11 donde apoyaron la idea de que los pilotos viajaran armados, o como hemos podido leer recientemente, que los profesores vayan armados a clase. Podemos identificar fácilmente que hay algo que no anda bien cuando una empresa (entre miles) toma el control de las potestades del sector legislativo.

Sera en la gente entonces que reside el problema? No somos de la opinión de que el ser humano es malo por naturaleza, pero si creemos que un entorno puede afectar a una persona. De tal manera que, si alguien se desarrolla en un sistema dirigido por personas que creen que el valor de la democracia es tal que no puede dejarse en manos de un seres irracionales; y que diseñan conscientemente instrumentos de control y represión social a fin de convertir a ese ser de un ciudadano activo en un consumidor pasivo que se dedique simple y llanamente a satisfacer los deseos infundados, puede que cuando no logre satisfacer alguno de esos deseos, empiece el alma de la bestia a crecer. Al final, estas estrategias de control sobre la población a través de las décadas han generado un hombre “moderno” que supera sus frustraciones comprando y disfrutando de esto como valor terapéutico; es el hombre unidimensional de Marcuse, con la satisfacción de intereses individuales como la más alta prioridad.

No podemos dejar de lado tampoco lo difícil que debe ser vivir bajo la llamada la administración del miedo; el pasatiempo favorito de los gobiernos gringos desde hace bastante tiempo, con la personificación de enemigos omnipresentes y omnipotentes y esgrimiendo planes para derrotarlos tan lógicos y convincentes que no hay nada más allá; y con la ayuda de los medios masivos (de nuevo) en la conformación de la opinión pública a través de la censura por omisión o exclusión y en la normalización de lo inimaginable, y nunca mirarse en el espejo de su propia sociedad. (No olvidemos que la madre del joven Adam pertenecía a una secta extremista de “preparacionistas” que en el fondo es solo un reflejo más de la devoción por la cultura armamentista.)

Hagamos un viaje a los años 50 y 60 en plena fiebre de la paranoia antisoviética y macartismo en el siguiente párrafo: “Los preparacionistas (o ‘survivalists’) con frecuencia adquieren medicinas de emergencia y entrenamiento de defensa personal con armas, se preparan para ser autosuficientes y construyen estructuras (subterráneas) para sobrevivir a una catástrofe.” (El Comercio, Perú) Veamos como un modelo de pensamiento que buscaba cerrar filas hace casi 60 años aún perdura y con qué fuerza y con qué daños. Como decíamos, tal parece que estamos en “la edad de las consecuencias”

Teniendo en cuenta que se es una persona con debilidades como cualquier otra, pero viviendo en este entorno que potencia la lucha individual para satisfacer las necesidades de la misma índole para lograr ser alguien “normal” en el american way of life, donde el paso siguiente parece ser siempre la escalada, nunca la reflexión, parece natural que eventos como este sucedan. Da la impresión que la respuesta a la situación es llevar la “destrucción mutua asegurada” de la guerra fría a las personas. Que todos estén armados y así disuadir a alguien violento, ya que tendría una respuesta contundente de parte de los demás. No se necesita tener un PhD para saber que eso es un error total. Pero tampoco se necesita un PhD para saber que si hay algo que no les interesa, es revisarse a sí mismos.

En 2012 van 8 hecho violentos masivos, con dos situaciones más en días consecutivos a la tragedia de Newtown.

@mikeviggiano

gutierrezviggiano@gmail.com


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