Chávez corazón de oro sagrado parece ser una existencia perdurable, se revela en el testimonio de un pueblo cuyo amor no es un adorno

Hablar de un hombre íntegro no es una concha de ajo; el hombre íntegro no es como las aguas del río que se precipitan hacia el declive, y aunque no por tal circunstancia el agua deja de ser agua, no obstante, cambia de posición con respecto a determinado nivel.

El hombre íntegro mantiene su nivel ético y moral en toda circunstancia; he ahí al Comandante Chávez, ejemplar líder de la Revolución Bolivariana y de sí, sorprendente fenómeno político o mejor decir, el propio zóon politikón del que habló Aristóteles.

Chávez no se deja amilanar por tanta adversidad de toda laya, Chávez tuvo que sortear un diluvio de puñaladas, inclusive de sus más cercanos hombres y, sin embargo, nunca lo hemos visto flaquear; y, todo, por amor al pueblo.

Chávez ha soportado sobre su cabeza una corona de espinas para evitar que sea el pueblo quien la lleve; así es el Chávez nuestro que está sobre la tierra cubana ahora, batallando por vivir físicamente pero su trascendencia es ya un cañón antiimperialista para tiempos futuros.

Eso sí, que él es demasiado cabezadura en algunos aspectos, uno de ellos respecto al (des) cuido de su salud, es demasiado terco, es un burro para trabajar, pudiendo delegar, aunque ahora cogió mínimo y más valga porque lo necesitamos al menos hasta el año 3021.

¡Gracias, Fidel, por ayudarnos en estos momentos difíciles para nosotros!

Las cosas cambian para bien o para mal y siempre hay hombres que guían esos cambios; para fortuna de nuestra patria -Venezuela- la esclarecedora y vital presencia del Comandante Chávez ha sido prodigiosa; doquiera mires ahí está su obra tangible pero hay algo más y es, la esperanza del porvenir inmediato.

Mientras tanto, demandamos una férrea unidad nacional para defender la soberanía de nuestra patria.

La coherencia de los poderes del Estado determina el poder de una nación y no basta que así sea sino que es necesario que esa coherencia se ponga de manifiesto explícitamente, ya que la cohesión social se da es en torno al Estado.

Hoy más que nunca antes, el momento difícil que vive Venezuela demanda que los poderes del Estado se pongan de manifiesto expresamente y de conjunto, a fin de alentar esa cohesión social.

Entiendo que el Consejo Nacional Electoral -CNE- por su parte está haciendo un impecable papel al llevar a cabo las elecciones de gobernadores y, así los demás poderes andan ocupados en sus funciones, pero dado este momento crucial se hace necesario un pronunciamiento conjunto para, así de tal y sin guabineo, espantar al tiburón que merodea con su boca abierta, creyendo que nosotros somos su presa.

Es hora de ventear la ideología del Estado Venezolano, que es la ideología bolivariana, y nadie mejor que el propio Estado; no olvidemos que la ausencia del ingrediente ideológico hace indefenso al individuo ante la ética; si los poderes del Estado ignoran que el todo es más que la suma de las partes, es bueno recordárselo para que se pongan las pilas.

Chávez, corazón de oro sagrado, trasciende el sentimiento popular y se revela en los testimonios del pueblo venezolano, cuyo amor no es simpleza sino francamente amor, amor que no es un adorno sino un sentir de fondo.

oceanoatlanticoguillermo@gmail.com






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Guillermo Guzmán


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