Los últimos días de una campaña se suelen emplear para afinar los detalles técnicos-organizativos. Pero, para el evento electoral a desarrollarse a escasos cuatro días, en al menos en nueve estados no podrán sólo dedicarse a eso, sino también a “cargar baterías” para echar el resto.
Estos días son definitorios para el desenlace electoral, particularmente en estos estados como Amazonas, Bolívar, Lara, Mérida, Miranda, Monagas, Nueva Esparta, Táchira y Zulia, donde se observa todavía un panorama no definido.
Esto no quiere decir que en el resto de los estados ya se pueda proclamar el gobernador. Sin embargo, manteniendo el ritmo que traen, seguramente se terminarán consolidando estados donde existían dudas, donde se ha observado un crecimiento moderado y sostenido del chavismo, como lo son: Anzoátegui; Carabobo y Monagas.
En cuanto a los 12 estados restantes, en mi artículo anterior he manifestado que existe una “sólida fuerza política-partidista, que permite avizorar resultados favorables al chavismo”.
Ahora bien, en estados como Zulia y Miranda, al chavismo lo favorecen que el elector aún tiene fresca la derrota electoral de ambos candidatos opositores (CO). En Amazonas, Monagas y Lara, al sufragante opositor le incomoda la ligereza con que toman postura política-ideológica sus CO.
En Táchira, las dos candidaturas opositoras debilitan sus posibilidades, y además, José Gregorio Vielma Mora es percibido como eficiente, conocedor de la problemática del estado, y se parece al Tachirense. En el caso de Mérida, el CO tiene una gestión municipal bastante gris. Por su parte, en Nueva Esparta, el CO deviene de un enorme desgaste político, y finalmente en Bolívar, el CO carga sobre sus hombros el supuesto de “haber negociado las presidenciales en 1993”. Por todo ello, observamos un mejor posicionamiento del chavismo en tales regiones.
Por último, las divergencias internas en el seno de la MUD, y las acusaciones absurdas sobre el CNE luego del 7-O, son elementos que permearon el subconsciente del voto opositor; sus militantes perciben un descalabro dentro del bloque opositor, es decir, la oposición siente que los logros (que habían somatizado) conquistado, se desploman como un castillo de naipes. Al punto que, buena parte de sus votantes, están haciendo maletas antes del 16D, porque quieren olvidarse por un rato de la política. Razones para inferir un alto nivel de abstención general, y ventajas potenciales para el chavismo.
Jiuvant Huérfano
jghuerfano@yahoo.es
