La operación del comandante y los opositores en su salsa

Como era de esperarse, más de un opositor insinúa sutilmente que es demasiado casual que el comandante empeore cada vez que se acercan las elecciones. El problema para ellos es ¿qué podrían hacer si fuese así? La mayoría del pueblo no cree que el presidente esté jugando con algo tan delicado y armando jugadas sucias, pero incluso si fuese así ¿qué podrían hacer?

Quedan entre la espada y la pared, porque acostumbraron a su gente a ansiar la muerte de Chávez, como carroñeros miserables han tratado de polarizar su apoyo a través de la miseria y el odio y hoy su suspicacia resulta chocante para su misma gente que, bien entrenada, se emociona ante el mínimo anuncio relativamente negativo sobre la salud del comandante y se molesta cuando alguien, con su suspicacia, les aleja la ilusión de verlo muerto pronto.

Lo peor del caso es que al sector opositor venezolano es al que menos le conviene que el comandante fallezca, no terminan de entender que el sentimiento será tan grande que el pueblo se unirá como nunca en defensa de su proceso revolucionario, que las fallas, malas gestiones de algunos funcionarios, directores, gerencia media, no será omitida ni olvidada pero si relegada a un segundo plano ante la prioridad de defender a un proceso en merecido homenaje a un líder que ha entregado todo por su pueblo y, tan sencillo como puede entenderse, amor con amor se paga.

Más allá de todo esto, a esta hora exacta, 09:23 pm del Martes 11-12-12, no tenemos un anuncio oficial posterior a la operación que sabemos empezó hace algunas horas, apenas hay algún rumor del rey de la Necrofilia Nelson Bocaranda, pero incluso este habla de un resultado positivo, lo que ya muchos opositores descartan en twitter y facebook con la conocida frase “ver para creer”; cosechan lo que ha sembrado, si las noticias no son negativas les molestan y molestarán. Aunque todos esperamos resultados positivos, no me fío de Bocaranda, espero lo mejor en un anuncio oficial. Conociendo a este operador es posible que dibuje a un Chávez sano y casi sin necesidad de tratamiento para tratar de reducir el inevitable impacto que tendrá esta recaída en su salud en las venideras elecciones.

Lo cierto es que el escenario se les ha empantanado más de lo que se llegaron a imaginar, el sentimiento del pueblo venezolano impulsa las candidaturas del partido de gobierno y muchos de sus candidatos están en franco peligro de muerte política si pierden en estas elecciones, como los casos más emblemáticos está el de Radonsky, quien viene de perder las presidenciales y pasó a serruchar la candidatura ganada en primarias por Carlos Ocariz y de Pablo Pérez, quien viene de perder las primarias para presidente y serruchar otra candidatura ganada en primarias, en este caso a la esposa de Rosales, Evelyn T. de Rosales. Desde luego, la hegemonía de los Salas, Morel Rodríguez, el costo de la traición para el Gato Briceño y Henry Falcón también los coloca en serios problemas.

De antemano se sabía que después de las presidenciales veríamos algunos atajaperros pesados en la oposición, pero ellos se han encargado de empeorar la cosa, el anuncio de Chávez el sábado hizo a varios sacar su máscara de humanos y repetir con la misma expresión con que se pide un perro caliente: “ojalá se recupere”, “hay que ser solidarios”, pero de inmediato buscar enredar con marramucias (bastante torpes, dicho sea de paso) “legales” la petición del permiso a la AN para viajar a Cuba a operarse y pretender de un modo igual de obstinado que absurdo que el presidente renuncie de inmediato porque ellos así lo decidían como Tribunal Supremo, según se entiende en sus pretensiones.

Mientras, otros, como el recién perdedor por paliza en las presidenciales Capriles Radonsky, comienza a reunirse para buscar apoyo cual si ya fuesen a ser convocadas nuevas elecciones. El corolario de esto: habrá más roces en los días venideros, no por la situación del presidente, que la mayoría esperamos mejore por el bien de todos, sino por la actitud de este ex candidato presidencial e incansable perdedor, por su actitud de pretender mostrarse como la opción directa opositora después que su mayor logro fue acumular diatribas, dividir a la oposición y lograr lo que ni el oficialismo había logrado: que los partidos se fracturarán y salieran en masa dirigentes por muchos estados a apoyar a los candidatos oficialistas como producto, entre otras cosas, de la exclusión que hicieron los partidos Primero Justicia, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo contra todo el resto de la oposición.

Esto es definitivo, no hay cosa a la que ellos le saquen provecho ni sacándoselo, da la impresión de que si, en un obvio negado, el presidente renuncia y el oficialismo decide dejarles el gobierno a la oposición, son capaces de darse seis golpes de estado entre ellos hasta que el pueblo tome el poder y traiga de vuelta a Chávez. Más o menos así percibe uno la cosa cuando, ante la unidad del pueblo en sentimiento, obra y voluntad por la defensa de un proceso y siguiendo las directrices de un líder como Hugo Chávez de prepararse para defender el domingo las banderas de las luchas sociales y de los pueblos del mundo, los carroñeros se lanzan picotazos entre ellos dando vueltas sobre la nada y desperdiciando incluso en varios estados alguna ventaja que ellos forzosamente diluyen con sus peleas, ambiciones, desvaríos legales y desde luego, su torpeza.

Con Chávez sano o enfermo igual se ahogan en su salsa.

johelfranceschi@hotmail.com


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