La abstención de Álvarez Paz

Últimamente Oswaldo Álvarez Paz me está sorprendiendo más de lo acostumbrado. Claro, es un decir, ya que todo tiene su razón de ser y no creo que en el universo reinen las casualidades: todo responde a un plan de la eternidad.

En un programa de TV, este solitario dirigente tuvo el tupé de retar a Chávez a “medirse en unas elecciones abiertas para saber la verdad verdadera de su apoyo”.

En primer lugar, señor Álvarez, las acciones que usted desea ya tienen fecha prevista y ocurrirán muy pronto: diciembre de 2006, así que deje el apuro y ajústese a la Constitución, que todo lo que a de ser sobre la Tierra tiene su hora.

Por otra parte, es al menos una ridiculez que un dirigente aislado, políticamente fracasado y sin ninguna fuerza demostrada esté retando a un líder sólido como Chávez. Es como si yo retara a Bob Abreu a una competencia de jonrones, o como si mi abuelito hubiese retado a Muhamad Ali a un match de boxeo. Sude, trabaje, conquiste pueblo, hágase un dirigente real y no esa pantomima permanente que usted actúa en medios complacientes, y entonces tendrá el músculo como para estar retando al Presidente de la República y al líder de la mayoría de los venezolanos, lo cual ha sido probado en ocho elecciones.

Pero además, fíjese en esta otra perla que dijo usted en la televisión: “Los partidos Acción Democrática, Copei y sectores importantes de Primero Justicia son cascarones vacíos en la actualidad”. ¡Usted hablando de cascarones vacíos, qué felicidad tan pura! ¿Cómo es que se llama su mamotreto? ¿Alianza Popular es la cosa? ¿Qué tipo de cascarón es ese? ¿Si no está vacío de qué está lleno? ¿De fantasías, de delirios, de odios?

Su abstencionismo, señor Álvarez, sería patético si no formase parte de algo que va más allá de su insania: un plan desestabilizador, antidemocrático, violento donde convergen personajes como usted, Antonio Ledezma, Tulio Álvarez, María Corina Machado y, por supuesto, el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

AD, Copei, el MAS, Primero Justicia, Proyecto Venezuela van a elecciones porque, mal que bien, tienen alguna base social, disminuida, pero cierta, que han logrado justo es reconocerlo, con trabajo político. La democracia les permite alcanzar cuotas de poder de acuerdo a sus fuerzas.

Así, AD probablemente gane algunos concejales en Monagas; es posible que Copei logre algo en Táchira; puede ser que el MAS meta gente en Aragua; seguramente Primero Justicia tendrá su cuota en Chacao y en Baruta; no se puede descartar que Proyecto Venezuela dé pelea en algún municipio de Valencia o en El Hatillo.

Ustedes, mientras tanto, esconden sus debilidades detrás de bravuconerías subversivas. Son caballos de corto aliento y difícilmente logren entrar en el marcador de la historia política venezolana.


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Néstor Francia


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