La noticia que ha recorrido todos los rincones del mundo, a través de los diferentes medios comunicacionales y sobre todo en las redes sociales -acerca de la necesidad de una nueva intervención quirúrgica del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez-, ha impactado a quienes la conocen. Algunos reciben la noticia con alta sensibilidad humana, expresando su solidaridad con el Comandante; muy pocos de forma apática y algunos otros, con alegría- entre ellos quienes constituyen la derecha venezolana. Cosa que realmente no sorprende, pues por el “lavado cerebral” hablan y actúan con las entrañas, con un odio irracional no mediado por la razón, mucho menos con el corazón, con falta de los principios éticos, morales o religiosos de los que tanto se ufanan.
Mi madre murió de cáncer y siento un dolor y tristeza profunda por estas personas que se alegran por los problemas de salud del Comandante Chávez. La MISERIA humana sale a relucir ante hechos de esta naturaleza. Lo que uno deduce es que su corazón está lleno de odios y resentimientos, porque sólo los que hemos sufrido con una familiar, amigo o conocido con cáncer, sabemos de su dolor físico y que éstos acuden a su fortaleza espiritual y al amor de quienes les rodeamos, para soportar los sufrimientos que les aquejan, tanto por el cáncer en sí, como posteriormente a su quimioterapia. Los pacientes con cáncer desarrollan una fortaleza espiritual y emocional para enfrentar esta vicisitud, que con cada tratamiento se hacen gigantes.
Me duele en el alma lo que está pasando el Comandante Chávez, le acompaño y pido a Dios por su pronta recuperación. Sólo le recuerdo: Usted es un pueblo: el pueblo venezolano, el pueblo latinoamericano y los pueblos del mundo.
Pa´lante Comandante. Recibe la atención médica de los camaradas cubanos y retorna a estas tierras, al amor de tu familia y tu pueblo, un pueblo ávido de un Líder como tú. Bolívar retornó contigo!.
