La ambigüedad de los candidatos de la Revolución

El proceso electoral del 7 de octubre del presente año, mostró una realidad, que muchos Archirrevolucionarios aun no quieren aceptar o comprender. Todos sabemos que el comando Carabobo no cumplió sus expectativas, mas sin embargo el comandante Chávez se montó la campaña al hombro y a pesar de su proceso de recuperación, hizo un esfuerzo sobrehumano y bajo el sol y la lluvia logró remover la costra de la apatía y el descontento, debido a los malos gobiernos regionales y locales, y encaminar a ese pueblo que sigue creyendo en él, que lo considera como líder de esta revolución hacia una victoria perfecta.

Sin embargo los resultados obtenidos en esta contienda, son motivo de reflexión y discusión, en cada una de las instituciones que forman parte del estado. El comandante, después del triunfo de su candidatura, hizo un llamado a la rectificación y la reorientación en cada uno de los espacios de incidencia del estado.

Al parecer esta orden no fue atendida. ¿Qué institución ha desarrollado ese debate con su personal? Pues me atrevería a asegurar que esto no se realizó en ninguna. Y entonces, ¿qué rectificación se podría hacer si no existe la voluntad política de la autocritica? La victoria presidencial, llevó a la mayoría de los integrantes del estado a un empalagamiento triunfalista, que les permite argumentar que todo esta bien, y que así lo demostró el pueblo. Este efecto triunfalista ha contagiado a los candidatos a las gobernaciones que forman parte del proceso y al partido de la revolución; si no es así ¿cómo se explica que casi todos los integrantes del comando Carabobo fueron ratificados? ¿Es que acaso no se percatan que a muchos de ellos les quedó grande la campaña? Y con toda esa cantidad de errores cometidos, ¿por qué no se fue a un proceso de reorientación con la participación del pueblo? ¿O será que piensan que el pueblo son todos esos aduladores que temen elevar alguna crítica para no ser considerados contrarrevolucionarios? El PSUV sigue cometiendo garrafales errores; realmente no quiere abrir las puertas al pueblo y su estructura esta minada de antiguos opositores, y otros mas peligrosos aun: los que se escudan tras una camisa roja pero su corazón esta del lado de la burguesía.

El proceso eleccionario del próximo 16 de diciembre se nota altamente complejo, y reñido. Por un lado, las erradas estrategias que se están desarrollando, y por el otro, el discurso ambiguo de muchos de los candidatos. Si la propuesta del comandante Chávez la cual fue consigna de su campaña, fue profundizar el proceso revolucionario y que debe obligatoriamente pasar por la desintegración del sistema federalista que tal vez sirvió en algún momento para el desarrollo de nuestro país, pero que los partidos seudo democráticos que reinaron hasta el año 99, convirtieron en pequeños reinos donde solo las oligarquías locales y regionales manejaban el poder. Y entonces ¿por qué razón los candidatos del proceso han negado en sus discursos la posibilidad de que se eliminen las gobernaciones y alcaldías, para conformar el estado comunal, y todos en conjunto crear la nueva geometría del poder; tan cacareada por muchos, pero que ninguno se atreve a construir? ¿Que buscan con esta ambigüedad? ¿A qué le temen? ¿Será que consideran que aun el pueblo no esta formado para asumir este rol, y que se debe hacer lentamente? Y entonces ¿cuándo estaremos preparados? ¿Cuándo estaremos preparados si en 12 años el estado y el partido no lo han hecho? ¿O será que las próximas generaciones son quienes asumirán estos roles? ¿Y quién los formará a ellos? ¿La clase profesoral que hoy existe, o el partido excluyente y elitesco que hoy sirve de plataforma a la revolución? Pues será más de lo mismo.

El camarada Mario Silva en los últimos días, al realizar su programa desde los diferentes estados, donde ha tenido como invitados a los candidatos del proceso y a muchos de sus seguidores, y a pesar de que se impide la participación de personas que se encuentren descontentas por argumentar que daríamos armas al enemigo, han sido tan grandes y evidentes los errores cometidos por los dirigentes de la Revolución que han logrado penetrar estos controles.

Mario argumenta que su programa no es para debatir y a cada momento limita a los que anhelan elevar alguna denuncia con cortinas como, las tendencias producen divisiones, que el pueblo es responsable por no asumir la contraloría social, o que si se solicita tal o cual recurso para realizar algún trabajo es falta de conciencia revolucionaria, hasta el punto de decir que lo sucedido en helados Copelia, tienen responsabilidad también los trabajadores que se encontraban en la inauguración, por no haber alertado al comandante de lo que estaba ocurriendo. ¡Por favor! Ningún trabajador a quien le estaban dando la oportunidad de laborar dañaría una inauguración, y no es tal vez por no tener conciencia revolucionaria, es mas bien por tener que llevar de comer a su mujer y a sus hijos; el hambre oprime y borra ideologías. Ya lo dijo Napoleón Bonaparte: los ejércitos marchan sobre sus estómagos. ¡Qué bueno sería que en estos programas se les diera participación a todo el que quisiera expresarse! ¿Por qué ocultar los errores? Ya estamos cansados de los exagerados elogios que presenta el canal 8. Anhelamos que se presente la verdad, no para fortalecer a la contrarrevolución, sino más bien para que sean corregidas las fallas. Ya hoy la mayoría del pueblo no se deja influir por el bombardeo propagandístico, elige de acuerdo a la realidad presente.





El pueblo venezolano ha venido capacitándose para la participación y el protagonismo, sin embargo a la mayoría de los formados, se les ha impedido el asumir las direcciones del estado. ¿Cómo hacer para romper y desaparecer al estado burgués, si no instauramos un nuevo estado, donde sea el pueblo quien rija su propio destino?

Los candidatos del proceso no dan muestra que querer implotar este estado corroído e ineficiente, al parecer son esclavos de ese modelo que los formó y les dio la oportunidad de llegar a donde están. Un ejemplo palpable podemos notar en el estado Miranda. El candidato Elías Jaua les prometió a los funcionarios de la gobernación que si el llega a ganar, no despedirá a ningún empleado, y entonces, ¿cómo se puede hacer una gestión de gobierno eficiente con esa cantidad de empleados tan incompetentes? Por otro lado, en una asamblea con los buhoneros de la redoma de Petare, les ofreció a sus lideres que los organizaría en espacios públicos. ¿Será que Elías ignora que la única ideología de estas personas es la de vender y vender?

La candidatura de Elías Jaua se encuentra bastante cuesta arriba. Su comando de campaña cometió mil y un errores durante la presidencial y ahora los está repitiendo en la suya. Ellos han incorporado a los hermanos colombianos sin percatarse que en este estado, la mayoría de esta población adversa al proceso. También incorporaron a los concejales, olvidando que ellos han tranzado con los alcaldes de la oposición y temen que se establezca el poder comunal, ya que perderían su cuotas de privilegios y estatus. Por otra parte todo el equipo que lo acompaña proviene de la vicepresidencia, lo que lo desconecta más del pueblo de Miranda. No se nota por ningún lado la participación de los estudiantes y de las clases populares. Su campaña se ha limitado a pequeñas asambleas de poca incidencia. Debemos comprender que los habitantes del estado Miranda son los más vulnerables a los cantos de sirena de la derecha. Su bombardeo es por todos los flancos, por lo que sería inconsciente alegar que el pueblo mirandino es contrarrevolucionario; más bien podría asegurar que contrarrevolucionarios son los que han dirigido este estado en todos sus ámbitos.

La ambigüedad de los candidatos del proceso es preocupante; sin embargo pensemos que este discurso tiene la finalidad de captar a los Ni Ni y a los desertores de la oposición para sumar fuerzas, pero eso sí, siempre y cuando estos elementos cubran la retaguardia. Seria una locura permitirle a estos desertores ocupar puestos de incidencia, aunque se llamen Willian Ojeda.

Las direcciones de los estados deben ser abarrotadas de egresados de las misiones Sucre, Cultura y las nuevas universidades como la bolivariana y la Unefa, así como en cada comuna y espacio del poder popular, de lo contrario aunque se logre la victoria, no pasaremos de un simple cambio de rostro en la cabeza de cada región. Por eso hoy la piedra fundamental de la libertad es la instauración del estado comunal. Vacilar es perdernos, o Revolución o más de los mismo.

orangelcultura@gmail.com





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