No hay que olvidarlo: Venezuela en los últimos años ha sido un país asediado, vigilado de manera velada o abierta por las potencias nostálgicas de sus vetustos poderes imperiales; el nuestro ha sido un país que en los últimos tiempos ha estado sometido a una presión internacional, con la finalidad de torcer, como ya antes lo hicieron, el rumbo de independencia escogido por la mayoría de su pueblo, una decisión soberana que funda los cimientos de la construcción de una Patria en lo moral, y una potencia en lo económico y geopolítico.
No hay que olvidarlo: Venezuela posee recursos naturales que, hoy día, adquieren un carácter invalorable, dado el momento actual del sistema mundo, dominado y depauperado en lo humano y en lo natural, por el modelo de la inhumanidad, debo decir, por el sistema capitalista, que en menos de doscientos años ha colocado a la especie humana, y más allá, a la existencia de cualquier tipo de vida en el planeta, a tambalearse sobre una fina cuerda que frágil augura romperse. Nunca antes en la historia hubo probabilidades ciertas de la extinción de la vida planetaria.
No hay que olvidarlo: Venezuela posee las reservas de petróleo más cuantiosas del planeta, mineral combustible que no ha sido sustituido, (y tal vez en mucho tiempo no lo sea) como la palanca que mueve el sistema de comercio mundial, y garantiza el confort y los servicios básicos de la mayoría de la población mundial. En consecuencia, su control es garantía de dominio y poder, por ello, es apetecido por los imperios jóvenes y viejos, que ansían y buscan a cualquier precio hacerse del control de este recurso, para mantener un estilo de vida de la desigualdad y el derroche, un ritmo frenético de consumo que la naturaleza no soporta. Un tipo de "desarrollo" insostenible en el planeta.
No hay que olvidarlo: Estados Unidos, desde hace más de una década, está ejecutando una estrategia para asegurar la hegemonía de su dominio, el estancamiento de un sistema mundial de poder unipolar, que asegure que una minoría poderosa signe el destino del planeta para el beneficio de sus clanes. Estrategia he dicho, sí, y está comprobada en el control progresivo del Medio Oriente, y el provecho que ha obtenido el país del Norte, de la intervención en Libia, y cómo se desesperan para revertir el orden político sirio. ¿Quiénes siguen en la lista de naciones subyugadas? "El nuevo siglo americano" avanzando sistemáticamente por el control mundial, y el dominio de la vida de los pueblos desconociendo el principio de autodeterminación.
Hay que tener siempre presente que: en Venezuela emerge una propuesta geopolítica, económica, y por encima de todo, social y humanista, fundada en los principios bolivarianos de unión y fraternidad entre los pueblos, respeto y justicia; en todo caso, una alternativa que se eleva como luz que devela un camino alterno a la mezquindad y a la nostalgia imperial. Es ahora cuando en este panorama global, Venezuela se alza, digna y valiente, reconocida mundialmente como amenaza o ejemplo, según sea la orientación que la consciencia y el corazón indiquen. Hoy somos parte de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, electos con la más alta votación por encima de Alemania y Estados Unidos, y nuestra voz será la voz de los pueblos atropellados por los imperios y los grandes poderes económicos; una alternativa de contrapeso ante las potencias que pretenden seguir su guión de guerras y dominio.
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