Tengo rato enviando artículos a Aporrea y nada que leer. De hecho
decidí no enviar más. Aunque entiendo que la lista de espera para la
publicación de trabajos debe ser más larga que los votos de Chávez el
7.O. Confieso que no me gusta meterme en "flatulencias" ajenas, pero
militante de decir las cosas, so pena de morir atragantao -sin la "d",
como Puebloalzao- decidí sacudir el teclado de mi modesta computadora
para meterme en la diatriba entre Earle Herrera y la señora Elizabeth
Valdiviezo.
No voy a asumir posición a favor o en contra de algunos de los
"contendientes". No. Además después de muerto arropao. Pero si creo
que había que aprovechar la ocasión para traducir en la práctica lo
permanentemente expresado por el Comandante de la crítca y autocrítica
con argumentos en la mano, y para contrarrestarlos, analizar lo
expuesto por cada una de las partes para poder cuestionar. Me pareció,
y parece lo justo y necesario si queremos avanzar limpiando el
camino.
Por lo tanto, ante los argumentos expuestos por la señora Valdivieso
sobre la situación en el estado Bolívar, producto -según la dama- por
la mala gestión del gobernador Rangel Gómez, lo que procedía era hacer
consultas en las bases -entiendo que había muy poco tiempo- y
conociendo que existen en el país encuestadores serias, se pudo haber
hecho una encuesta expres y luego de conocer los rsultados se hubiese
tomado la decisión de quien tenía que ser el candidato a la
gobernación de Bolívar por el PSUV. Más democrático...
Estoy muy lejos del estado Bolívar -en el Zulia, especificamente- para
criticar al gobernador o descalificar a la dama. Sobre todo recordando
lo que decía ese gran maestro del periodismo -y mi profesor en la
Universidad del Zulia- Sergio Antillano, que era más fácil tener
información de la China, Afganistán etc, que de otro estado de
Venezuela. Por lo tanto mal puedo opinar -como lo dije- sobre uno u
otro.
El tiempo -ese viejo sabio- nos dirá quien tenía razón. Pero estos
tiempos de revolución exigen más ver la realidad con la mente que con
el corazón. La señora denunció -con razón o sin ella- cumpliendo con
lo que ella pensó que era su deber de revolucionaría. Pregunto: ¿la
otra parte fue a consultar si la otra parte decía la verdad?.
Espero -por el bien de este proceso- que luego de las elecciones cada
quien haga su mea culpa, si consideran a bien hacerlo, sino,
lamentablemente, vamos a seguir como en la cuarta república:
Defendiéndose atacando"
tonyrey2@gmail.com
