Revolucionar la revolución

Ganamos como se esperaba las elecciones, no hay sorpresas y la revolución obtuvo una vez más la aprobación contundente de los venezolanos y las venezolanas. Sin embargo a la luz de los resultados irrefutables nos toca observarlos con mucho cuidado, con mucha autocrítica para decirlo con palabras del líder. Por tanto una vez culminadas las celebraciones considero necesario decir algunas cosas.

Resulta inexplicable que con todo y los beneficios dirigidos fundamentalmente a las clases populares y a la llamada clase media, un gran número de estos compatriotas, vote en contra del proceso revolucionario. Los resultados así lo indican: aproximadamente 6,5 millones de venezolanos no quieren la revolución, habrá que preguntarse con Fidel, ¿hay esta cantidad de oligarcas en el país? La respuesta es no. No hay gente en las clases populares ni en la clase media, que sean oligarcas. Debo recordar que cuando Fidel dijo esto a nuestro comandante se refería a unos 3 millones. Es por ello que, considerando y respetando a los que por ningún concepto quieren a Chávez y prefieren votar por cualquier candidato sin importarles lo que represente tal oferta electoral y también a los fieles seguidores de los partidos de la IV, hay necesariamente que buscar explicaciones sobre este hecho y en consecuencia, aplicar soluciones para así consolidar nuestro socialismo.

Yo me atrevo a asomar algunas causas, nada originales porque andan por ahí: son en primer lugar las actitudes mata votos de los servidores públicos que no lo son, que siguen siendo funcionarios y en consecuencia maltratan a las personas que requieren su atención. Que no están nunca para atender. Esto hay que superarlo, vigilarlo, someterlo a la contraloría social para que se tomen medidas incluyendo su separación de esos cargos; deben ser buenos para otra función. En su lugar debe incluirse a VERDADEROS servidores públicos, gente con voluntad de servicio y consustanciados con la revolución. Valga un ejemplo: en el recientemente concluido proceso electoral fuimos testigos en Portuguesa de que empleados del Supermercado Bicentenario, le hacían campaña abierta al candidato opositor. Y uno se pregunta por qué tiene que ocurrir estas cosas. Claro que tienen derecho a trabajar, son venezolanos y venezolanas, Pero, ¿porque en misiones tan emblemáticas para el proceso revolucionario? ¿Quién los incorpora a esas tareas? No tiene la culpa el ciego sino quien le da el garrote.

Habrá que señalar también como causa a analizar, la poca sintonía o compromiso de algunos funcionarios del gobierno central, gobernadores y alcaldes con el proyecto nacional; si no es así que alguien me explique porque a trece años de revolución, el poder popular no se ha extendido en el país, ¿donde están las comunas? ¿será que el poder popular no es bandera de gobernadores y alcaldes? Que tenga conocimiento hasta ahora de las pocas comunas que se habla todas están en construcción. Es el momento de profundizar el poder popular, de acabar definitivamente con el latifundio para lograr la soberanía alimentaria, de seguir consolidando nuestro bien mas preciado: LA INDEPENDENCIA NACIONAL

Revolucionar la revolución es lo que corresponde ahora. ¡tenemos que hacerlo en este período! En esta nueva oportunidad que nos da el pueblo. No valen las excusas.

porfiriojhernandezp@gmail.com


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Porfirio Hernández

Ing. Agronomo. Prof. universitario (jubilado). Militante PSUV

 porfiriojhernandezp@gmail.com

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