No es nuevo el desprecio de la burguesía por los pobres, tampoco es nueva su mascara de engaño, lavando las palabras (“desarrollo”, “progreso”, entre otras) o haciendo caridad para liberar sus conciencias del futuro personal y con ello creerse salvos.
Lo nuevo en esta época de elecciones en nuestra República Bolivariana de Venezuela es la búsqueda de perdón con escapulario ajeno. En su discurso la burguesía en campaña pretende que los obreros creamos que no privatizaran el sistema pensiones y de seguridad social, que no privatizaran las empresas básicas, el agua, la luz y si pudieran hasta el aire que respiramos.
Pretenden buscar a la mayoría diciendo que no tocaran las misiones, ellos piensan que no hemos crecido, afortunadamente existe hoy un nivel de politización que permite que hablemos de política en el bus, en la calle y en la escuela. Como si no supiéramos que será una de las primeras cosas; y al igual que en chile buscaran privatizar la educación para hacerla “competitiva y rentable” que es en definitiva el pensamiento que mueve a la burguesía.
Nuestro pueblo está grande, ya no será dominado ni por las mentiras ni por el plan de las peinillas, pero como si eso no fuera suficiente ellos mismos no pueden evitar que les brote de las bocas la hiel de sus odios: el candidato de la burguesía recientemente se refirió a los beneficiarios de las misiones sociales como “Jala Bolas”, luego un connotado representante de la canalla mediática; Ravell, se refirió a los mismos como “mierda” y ahora uno de los representantes de la cúpula católica, Monseñor Porras, habla de millones de venezolanos como “Parásitos”.
Lo habitual también está en desarrollo, una campaña mediática amplia buscando sobre todo impactar en el voto joven, buscando entrar en las cabezas de los chamos con la idea de que lo nuevo (lo de moda) son ellos (la burguesía) y lo viejo es la revolución, vaya mentira gigante, vasta con apagar el televisor y ver la gente que estudia, que accede a la salud, los niños que tienen computadoras Canaima, los millones de libros escolares, eso es lo extraordinario; mientras el capitalismo internacional reduce la asistencia social, en Venezuela se amplia el acceso, eso es lo nuevo, lo extraordinario que se hace cotidiano.
El camino esta claro y es la construcción del socialismo Bolivariano, la burguesía tiene también su proyecto el capitalismo con sus recetas neoliberales, esos son los proyectos por los que decidiremos el 7 de octubre del 2012, y aunque la burguesía mienta y esconda sus verdaderas intenciones el pueblo los conoce y sabemos que son los mismos que vendieron nuestra patria y traicionaron a Bolívar, a su pensamiento.
Estamos en presencia hoy de una elección trascendental, todos y todas tenemos que abrir bien los ojos para no dejarnos engañar, pero también empuñar fuerte para no dejarnos quitar lo que hemos construido. Eso es la única garantía de seguir cambiando el futuro, no olvidemos que lo contrario ya lo conocemos: represión, privatización, reducción de gastos sociales y todo el resto del plan neoliberal que aunque maquillen o adornen se les deja ver el bojote.
Viva la Clase Obrera y Popular! Viva Chávez!
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