Hace 200 años, en Julio de 1812, en La Victoria, pueblo de la provincia de Caracas, se firmaban entre Domingo de Monteverde, Canario español triunfante y favorecido por las circunstancias y José de Sata y Bussy, encargado por el precursor Miranda para firmar el documento de la capitulación. Vil documento y fundamental en nuestra historia; incumplido poco tiempo después por las huestes realistas que ocuparon la región en rebelión.
Diversas causas y algunos acontecimientos provocaron la derrota de las Fuerzas de la Confederación, como se llamaba para ese entonces el conglomerado de ciudades y provincias adheridas a la revolución. La falta de unidad y de criterios es una de los elementos que pesa cuando analizamos el período. Desde el primer momento en que Miranda, fue llamado por el congreso para asumir el mando de las tropas destinadas a defender el territorio cruzáronse los intereses de las clases pudientes – apellidos que estaban del bando patriótico pero que su accionar favorecía a la visión realista - y de los enemigos personales del precursor, que se resistían a reconocer su mando y capacidad para ir mellando la lucha armada y la fortaleza política de nuestras incipientes instituciones.
El espejo de 1812 sirve para mirarnos las caras y preguntarnos nuevamente 200 años después si este tipo de nimiedades van a afectar la victoria del Candidato de la Patria. Hugo Rafael Chávez Frías. Pues para aquellos obtusos que se empeñan en separar las fuerzas revolucionarias se les está haciendo parte, sin embargo no falta quien se lleve de dudas y pretensiones personales dentro del seno de la revolución por algún que otro desacuerdo. Debemos purificar entonces la unidad de las fuerzas revolucionarias y buscar compactar, atraernos a todas las fuerzas que se sienten dispersas para darle la victoria contundente al presidente, un nuevo triunfo categórico de la Quinta República y una derrota histórica a la derecha que busca dividir y contaminar día a día la unidad de nuestras fuerzas.
EL terremoto de 1812, fue tomado por los partidarios del rey y por la iglesia como un castigo por haberse declarado la independencia y haber desconocido la autoridad de la corona, llenando de temor a los feligreses y a aquellas personas que de una u otra forma no habían podido incorporarse a la lucha libertaria.
¿Eso no será acaso comparable con la desinformación de los medios privados y las mentiras que le dice a la población tratando de engañarla para restarle apoyo al candidato revolucionario? El ataque a los funcionarios públicos y a las reivindicaciones logradas por este proceso es uno de los platos calientes de todos los días.
Ante esta batalla y ante los intereses de los influyentes y los poderosos, debemos estar atentos a las acciones que a diario enfrenta el proceso y el ente electoral para restarnos credibilidad nacional e internacional. No puede repetirse el escenario de las dudas y las fallas de comunicación entre los altos mandos y los mandos medios en esta Batalla de Carabobo , no esperamos que exista la misma dispersión provocada por los enemigos de las revolucionarias allá en 1812 y hoy en el 2012. Se cumplieron 200 años de aquella perdida del castillo de Puerto Cabello por Bolívar debido a la apatía y la falta de madurez. Observamos 200 años después aquellos difíciles momentos para nuestra historia y entramos de lleno en la actual batalla de Carabobo para vencer…!!!!
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