Ante este escenario, conviene analizar el comportamiento del Coordinador Nacional del Comando Venezuela, acólito del imperio, Leopoldo López Mendoza, economista neoliberal burgués, egresado de una universidad norteamericana y por ende un representante nato de la burguesía apátrida venezolana. Este personaje, sin detallar el pasado violento que tiene por las acciones que desarrollo durante el Golpe de Estado de 2002. Recientemente en Enero del 2011 para darle, según él, la plataforma política al Movimiento Voluntad Popular por el creado, realizo una pantomima de elecciones internas nacionales para y que legitimar la autoridades de esa organización, no hizo sino otra cosa, que montar la estructura de choque y de violencia.
En la campaña de la MUD, en la cual lo de las primarias fue una farsa, éste empleó ese tiempo para afinar en el ámbito nacional la organización de sus “voluntarios” y una vez realizado este trabajo, declinó su candidatura a favor de Henrique Capriles, conformando un contingente de 150 mil “defensores del voto” encontrándose además de militantes, equipos de: francotiradores, sicarios, los paramilitares del ex presidente colombiano Álvaro Uribe, apoyados por agentes del Mossad y de la CIA, que tienen ya su tiempo instalados y operando en el país.
Todos estos “Voluntarios” según López, están preparados y comprometidos para apoyar desde afuera de los centros de votación a sus seguidores y testigos en el proceso electoral. Esto con el fin de responder y defender con firmeza la supuesta victoria del candidato de la derecha, desconociendo los resultados anunciados por el CNE, es decir, el ya anunciado canto de fraude ante la victoria inminente del Comandante Hugo Chávez y de la Revolución Bolivariana.
En el reciente simulacro electoral, la oposición mostró un aparente desinterés en sacar votos, pero lo que sí es cierto es que sometieron a prueba la estructura organizativa a nivel nacional, “supuestamente preparada para la defensa del voto”. Ensayaron el plan, realizaron el reconocimiento y estudio de los ambientes físicos de los centros de votación, instituciones y puntos críticos de las localidades, evaluaron las tácticas y las estrategias a seguir para la consecución de sus fines, Identificaron y evaluaron las actitudes de miembros y líderes de los factores políticos de la Revolución, que le puedan ofrecer resistencia y definir así los mecanismos para su debida neutralización y de ser necesario, considerar su eliminación.
Ante su inevitable derrota, el objetivo es hundir al país en el caos y la violencia, llegando -como algunos han señalado- a una guerra civil y facilitando, en consecuencia, la intervención extranjera. De producirse la cruenta salida, ellos, en especial el personero precitado y el candidato -agente del imperio-, tienen asegurado su bienestar fuera del país. Y nosotros aquí llorando nuestros muertos.
Los revolucionarios no podemos permitir que el temor nos domine y nos haga retroceder. La valentía del Pueblo Venezolano ya ha sido demostrada de manera espontanea cuando fue necesario confrontar las acciones violentas de la oposición en el pasado. No obstante ahora es necesaria la preparación de planes de contingencia, estableciendo las tácticas de defensa, planificando la movilización para contener la ofensiva de la contrarrevolución, se debe en consecuencia tener y disponer de los comandos anti golpe, en todas las áreas, con la designación previa de los jefes, lideres que coordinen las acciones que nos obliguen a tomar.
La experiencia señala que no existe algo peor a un pueblo sublevado e indignado sin liderazgo, aun con armas en la mano, porque de ser así, tendremos a una masa débil y sus actos terminan en simples manifestaciones y agitaciones, con el tiempo termina enfriándose ese espíritu de lucha, dudando de su razón y de la victoria de su causa y además de su poder y soberanía. Pasaría entonces a preocuparse por su bienestar y el de los suyos, hasta huir y aceptar su derrota. Ante esta amenaza en necesario con urgencia garantizar la continuidad de la lucha revolucionaria mediante el fortalecimiento de la unión cívico militar.
El asunto es serio, hay mucha inversión de dinero en juego, una amplia confluencia de intereses por lo factores intervinientes nacionales y foráneos, para que en esta campaña electoral los participantes hagan el papel del hazmerreír, ya lo han manifestado abiertamente algunos voceros, quienes de manera responsable han marcado distancia con la oposición, en atención a los planes ocultos de gobierno de la derecha fascista y la ya develada agenda oculta, que no es otra cosa que la de desconocer los resultados electorales y sumir al país en la barbarie.
Antes, ahora y siempre, como soldados, estaremos preparados para defender a nuestra Patria, a la Revolución Bolivariana, al socialismo, a la democracia y la libertad; teniendo como referencia las estrofas del Himno de nuestro Ejercito, “Nuestra sangre es la savia del pueblo”, y, “si el brazo extranjero se atreve, a infamar de este suelo el honor, antes muerte mil veces nos llegue, que rendirnos al torpe invasor”. Te queremos Comandante.
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