La grandeza de espíritu es esencial para el triunfo

La entereza y el ánimo para afrontar la adversidad en los momentos de crisis fue la grandeza de Simón Bolívar, él comprendió muy bien que la lucha había que darla ante las flaquezas de muchos seres humanos y contra esa debilidad se vale de la perseverancia, firmeza y amor. Basado Bolívar en estas virtudes logra vencer el miedo, el hambre, la sed, el cansancio, el frío, el calor y el castigo que se haya sufrido en el cuerpo y en el alma, y teniendo presente todos estos valores es como logra influir en la gente, tropas y compañeros de armas para así poder realizar grandes acciones civiles y militares; muchas de ellas de dimensiones excepcionales. Así ocurrió cuando Bolívar ve que la Segunda República de Venezuela, conquistada a fuerza de sacrificios, dolor, fuego y sangre solo dura un año, Segunda República que se establece cuando con la liberación por Bolívar de una buena franja de territorio venezolano que comienza en el Occidente del país y la liberación por Santiago Mariño de similar territorio que comienza en el Oriente, ésta se hace realidad en agosto de 1.813. Esta perdida fue debido a que las fuerzas realistas al reagruparse y aparecer a su favor el feroz José Tomás Boves y sus llaneros, que van de triunfo en triunfo, se acercan a Caracas. Y como Bolívar no tiene a su disposición la fuerza militar necesaria para repeler cualquier ataque realista, no le quedó otra alternativa que abandonarla y encabezar la huida a Oriente en Julio de 1.814. Bolívar observa el abatimiento y la incertidumbre de la gente de la ciudad que huye con él, entre la que se encuentra muchas mujeres, ancianos y niños no acostumbrado al rigor de la intemperie y él no tiene nada con que impedir el cansancio, ataque de los insectos y la posibilidad de quedarse en el camino y entregarse al enemigo, acosados por la desesperación. Bolívar solo comprende que no queda más que empeñarse en ayudar a los demás y personalmente alienta y anima a aquella gente a seguir adelante, no flaquea, mantiene vivo empeño por ayudar por lo que pide a sus subalternos se ocupen de los enfermos y heridos, busquen alimentos y los cocinen, consigan con que abrigarse; y que mantengan la disciplina.

La experiencia adquirida en la huida a Oriente ayuda a Bolívar para planear y emprender otra gran empresa, la más ingeniosa y que causara otra vez la admiración mundial, ésta es el desplazamiento de sus tropas desde los llanos de Apure, Venezuela, hasta Casanare, Colombia. Esta marcha comienza el 27 de Mayo de 1.819 y pone en máxima prueba la templanza de ánimo y capacidad de organización de Bolívar, pues resultaba impensable poder conducir a unos hombres mal equipados por unos 600 kilómetros, atravesando unas extensas llanuras muy calurosas y plagada de serpientes, felinos, mosquitos, caimanes, caribes, y otros peligros al vadear crecidos ríos y sabanas inundadas, por lo que permanentemente se andaba con las ropas mojadas y llenas de barro pestilente. Y después tener la osadía de remontar la sierra de los Andes: con sus cuestas, desfiladeros, montañas, sin las vestimentas apropiadas para pasar los paramos y aguantar los helados vientos, y a pesar de innumerable bajas durante el recorrido Bolívar confía en vencer a pesar del titiritar y la perspectiva de enfrentar al enemigo en un lugar desconocido. Así, después de 65 días de marcha Bolívar alcanza al sitio preestablecido, allí descansa y organiza sus tropas para el combate que, en menos de una semana de su llegada al lugar da en Boyacá el 7 de Agosto derrotando a unos sorprendidos realistas.

¿De cuales recursos se vale Bolívar para que la gente lo siga? Sin duda que el más fuerte atributo en Bolívar es su ejemplo, con él hace que la gente resista la embestida de toda clase de dificultades e inclemencias, ya que él no hace uso de privilegios, es austero, abnegado y es el primero en enfrentarse al peligro. Además, Bolívar es un gran conocedor de la naturaleza y de la condición del alma humana y eso le permite encontrar soluciones a los problemas; y con su prodigiosa imaginación y fecunda inventiva encuentra siempre los modos para salir vencedor. En definitiva, la habilidad en la organización es fundamental, Bolívar tiene una manera de hacerlo para cada situación, él alecciona a sus subordinados mediante sabios consejos, los anima en los momentos más críticos y sabe poner al frente de su gente al hombre capaz de cumplir alguna específica tarea. Bolívar considera que un buen administrador debe señalar pautas y estar atento en atender de la mejor manera a su gente para así lograr los mejores resultados en una misión, y eso fue lo hizo Bolívar en el trayecto de Mantecal, Estado Apure, Venezuela a Boyacá, Departamento de Boyacá, Colombia.

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José M. Ameliach N.


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