La opinión pública y las encuestas (I)

Aparte de ser un conocimiento variable y al mismo tiempo inasible e incierto, la opinión pública es subjetiva y con frecuencia se subordina al influjo social. Por consiguiente, reposa en las conclusiones que hace la población sobre la coincidencia de los distintos criterios individuales, evidentes en una sociedad específica. Este juicio, en cierto modo ideal, genera un movimiento de retroalimentación y asimismo obtiene partidarios para el acuerdo colectivo. De hecho, y como ejemplo real, el atractivo que tiene para los medios de comunicación poder dominar y conducir la opinión pública. Pero cuando se habla o escribe sobre este tema ¿a qué se hace referencia?


En este punto es imperativo indagar noticias provenientes de la historia, por tanto, se localiza la concepción de Nicolás Maquiavelo (1469-1527), el autor de El Principe, quien la calificó de publica voce, voz pública, y por lo demás la acreditó de poseer condiciones valiosas para la dirección política. A veces malinterpretan a Maquiavelo por la exageración que hacen de sus ideas. Sin embargo, es distinguido como el iniciador del pensamiento político moderno, en razón de ser él quien por vez primera mostró la verdadera realidad social y política (realpolitik) y no como debería ser de acuerdo a supuestos morales. De sus reflexiones sobre la patria y la unidad cívico-militar, para el fortalecimiento del tejido social, Gramsci formuló un arquetipo contemporáneo de Príncipe, que no es una persona sino un intelectual colectivo o el partido político.


Pero continuemos con nuestro asunto. Al contrario de Maquiavelo, Helvétius (1715-1771) recelaba de la opinión pública porque la consideraba al servicio de personajes con motivos oscuros y por supuesto tales individuos eran hábiles para falsear la verdad. En efecto, la legítima opinión pública debe aprobar el constante debate público y hacer un informe fidedigno que se fundamente en lo verdadero y lo auténtico. Además en el pasado la carencia de medios de comunicación demoraba el conocimiento de la supuesta opinión pública.


Hoy, el poder que tienen, diestros en destilar y en manipular las informaciones, y de decidir ¿qué se publica o no?, con el objeto político de manejar a la mayoría social, conduce a que lo conocido como opinión pública sólo sea el criterio de una elite minoritaria, los dueños, publicada por tales medios.


En la actualidad no es secreto que batallan a muerte los gigantes televisivos, los impresos y los digitales por Internet. No sólo para controlar la información sino del mismo modo a la opinión pública, la vida privada, la psiquis y el negocio de la comunicación, como forma contemporánea de la hegemonía cultural planetaria del Capitalismo, la fachada ideológica del imperialismo global.


Es significativo agregar como antecedente, que G. Gallup desde 1920 comenzó a realizar sondeos de la opinión pública a favor de las empresas y acomodándose a las exigencias del mercado. Por último se propagó este procedimiento hacia las encuestas políticas, por lo general en períodos electorales. En tanto que, la misma publicidad del efecto del rastreo de las declaraciones dadas por las personas, pueden ser variables de consideración para auspiciar la formación de la opinión pública a favor o en contra de cualquier tendencia política en competencia por los votos de los electores.


Muestra de ello es la fuerte guerra entre las encuestadoras que se observa en el decurso de estos días de campaña electoral, presentan la realidad verdadera o adulterada, para ganar el favor del electorado inflan o disminuyen las cifras. En este contexto también hay sondeos serios con sentido ético. Aunque es difícil cambiar la inclinación del votante consciente, debido a la madurez de su formación política adquirida durante estos años del proceso bolivariano.


A la par la oposición cuando muestra resultados de encuestas a su favor lo hacen desconociendo la objetividad que tiene el pueblo cuando elabora sus análisis políticos, entonces se disminuyen porque con esa actitud insultan la inteligencia del ciudadano que está al tanto de los sucesos políticos del país y del planeta. Pretenden maniobrar en la opinión pública pero logran resultados opuestos porque subestiman y pasan por alto los factores culturales que identifican a las mayorías del pueblo venezolano.

vazquez_chavez@hotmail.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3310 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter




Notas relacionadas