Hace tiempo leí en un libro que para los Indonesios es muy importante saber de dónde vienes y a dónde vas, estas preguntas son cotidianas entre ellos, casi forman parte de su saludo e igualmente la realizan a los turistas, siendo más profundas de lo que aparentan, porque según su cultura y sistema de valores, representan una forma de saber que tan claro estás en tu recorrido de vida, ¿cuál es tu origen? ¿Cuáles son tus metas? Planteo esta idea porque percibo que cada día menos jóvenes Venezolanos conocen su origen, su historia y esto obviamente, incide sobre las metas sociales y políticas, queramos o no, vivimos en sociedad, ergo, todos somos elementos determinantes en su devenir, al igual que en la política, estrechamente vinculada al hecho social. Hoy en día es frecuente encontrar desde niños hasta adolescentes, que desconocen el motivo de celebración del 24 de junio, por ejemplo, pero que saben perfectamente cuándo se celebra halloween, aunque tal vez ni conozcan el origen de esta celebración propia de los países anglosajones.
Esto resulta cuando menos preocupante, ¿cómo poder razonar o discernir si no se es consciente del propio entorno, del propio origen? ¿Cómo poder entonces ser protagonista de tu propia historia y de la del país al cual perteneces? pareciera imposible en un estado de desconocimiento Patrio, que además deja el camino libre a la alienación. Más preocupante aun, es la opinión de muchos; según la cual la historia es pasado y no necesita ser recordada y revivida, nada más falso, nada más inhumano. Hasta en el núcleo más pequeño que es la familia, la tendencia del hombre es saber de dónde proviene, cuál es su origen y de allí surgirán sus metas y objetivos, familiares e individuales.
Reconozco toda la labor que ha venido desarrollando el Gobierno Bolivariano por retomar el valor de nuestra historia Patria, pero este reto, porque realmente en eso se convirtió, requiere el apoyo irrestricto de la familia y de los centros de educación, tenemos que colaborar todos, incentivando la lectura, aplicando las nuevas tecnologías y redes sociales, e incluso, todos los medios de comunicación, no solamente los públicos, en el marco de su responsabilidad social, deberían incluir programas y segmentos que promuevan el conocimiento de nuestra historia y por supuesto la de nuestro continente y planeta entero.
Necesitamos estar plenamente conscientes de dónde venimos como Nación y hacia dónde queremos y podemos ir.
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