El señor mister pipi

En estos tiempos que aun quedan, de reflexiones un poco personales, antes de la recta final, hoy quiero escribir una nota que hace tiempo maduro en mi cabeza: Vimazoluleka, aquella obra teatral de nuestro Levy Rusell, en el Ateneo de Caracas, en la década de los sesenta y que me perdonen si en algo me puedo confundir con la otra gran obra de teatro de esos años, que igual merece la memoria y los aplausos: Tu país está feliz, de Antonio Miranda.

Recuerdo con excelente nitidez esa estrofa de Vimazoluleka: “ El señor mister pipí, el señor que vive allí, lo botaron del banco donde era cajero, porque.. porque descubrieron que se robaba escondido, de noche el dinero..”

Quienes apenas despertábamos en aquella generación del sesenta a las luchas sociales, entre tanto enfrentamiento generacional contra visiones perdidas de los partidos de izquierda, entre aquel hermoso movimiento que marcó la nueva Venezuela: Poder Joven, del que fui miembro y fundador con eterna honra, junto con Mundo Iribarren y Catalán, Jorge Ovalle y Aníbal Márquez, entre tantos, sabemos , lo sabemos a ciencia cierta, la importancia de estas dos obras, que fueron detonantes de nuevas maneras de generar expresiones innovadoras y revolucionarias..de nuevas políticas, del nacimiento de Bolívar al que llevamos de puerta en puerta a cada cuartel en aquella década y hoy vemos los resultados.

“El señor mister pipí” es el corrupto de aquellos años, que por cosas milagrosas se convierte en un imbatible espécimen que se reproduce muta, a pesar de los cambios de gobierno y de políticas de gobiernos, ese mismo que hoy sigue burlándonos y robándonos, ensuciándole la cara a esta revolución.

Imagino que lo de Mister pipi, se debe a que quien tiene billete compra todo y por esa moral burguesa, que tan malo hemos sido en desmontar y cambiar por la oral socialista, termina siendo adorado por todas y todos, así que, en la claridad literaria actual, les pido a mis lectores que cualquier conflicto con la biodiversidad sexual, se entiendan con Levy y no conmigo. El papirruqui pues para calificarlo yo y asumir mis responsabilidades es ese ladrón de escritorio, de ministerio, de burocracia, al que mal hemos sabido castigar, o por cuyo castigo ejemplar aun el pueblo chavista espera. El papirruche es también este majunchito de Radonsky..

No es el enfoque sin embargo que me lleva a escribir esta nota, es otro. Es rememorar como esta excelente obra, escrita por Levy en aquellos años, sirvió para desenmascarar aquella Venezuela podrida en medio de los cuarenta años de la cuarta, esas mismas armas culturales que rememoro para invocarlas, mucho ganaríamos si pidiéramos a Levy que la montara de nuevo. Allí se dibujaban clarísimo los personajes de la Venezuela que hoy queremos sepultar, se cantaba con furia la nueva Venezuela que hoy está naciendo.

El señor que vive allí, que se ha robado siempre el dinero, no puede ser menos que Capriles Radonsky, que hoy anda por estas calles en campaña para ser presidente, nuestro presidente y además, por ende: comandante en jefe de las fuerzas armadas, a la que de inmediato, en el supuesto negado de su triunfo, les quitaría eso de bolivarianas.

El señor mister pipí, son todas y todos los que le financian y acompañan en campaña, esa corte de burgueses y ricos venidos a menos en los 13 años de la quinta, desesperados y en quiebra, en angustia eterna por hacer que el pasado regrese a esta patria bendita por la bendición socialista, por volver a meter sus asquerosas manos en las cuentas de PDVSA y cualquier ministerio para volver a saquearnos. Para eternizarse en el dominio perdido y plagar nuevamente de pobreza nuestra patria.

Hoy refrescaba mi memoria con aquella obra que Levy escribió con apenas 16 años, ese hijo, como yo, de Belén Sanjuán, la educadora madre del Instituto de Educación Integral. Hoy traigo esa perla de la historia reciente, hermosa y resplandeciente obra de teatro que , ojala, y regaláramos a nuestro pueblo como parte de la memoria histórica de esta revolución en marcha. Obra cuyo nombre merece ser explicado. Vimazoluleka, para que entiendan mejor lo que les cuento, el nombre de esta obra de teatro es la construcción que hizo su autor con los nombre de sus amigos y compañeros de estudio: Vicente Amengual, María Angelina Rodríguez, Zobeida Ramos, Luis Kolster, Levy Rossell y Carlos Hernández.

Porque triunfemos y boten a todas y todos los señores y señoras mister pipi, de la cuarta o de la quinta

Luego de esta victoria grande del 7 de Octubre!!!

brachoraul@gmail.com


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Raúl Bracho


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