¡Socialismo ya, ahora mismo, de una vez!

Estoy resteado con el socialismo del siglo XXI y propongo empezarlo de una buena vez. Ya. Ahora mismo. En mis años estudiantiles me zambullí en toda la teoría y tengo pocas lagunas y dudas al respecto. Leí mucho de Marx, Engels, Lenin, Rosa Luxenburgo y, como si se tratara de una novela, La historia de la revolución rusa de Trostky . Mi profesora Gloria Cuenca, cosa que le agradezco, me introdujo con disciplina revolucionaria en el libro rojo de Mao y casi me enseñó a recitarlo como los cerezos en flor y el viento del Este que siempre soplaba inexorable hacia el socialismo. Tal su emoción.

También le entré al libro verde de Kadafi y no me gustó ni convenció. Me metí en círculos de estudios y largas discusiones con Domingo Alberto Rangel, Pedro Duno y J.R. Núñez Tenorio, a quienes quiero y admiro. Me tragué el teatro y la poesía de Bertolt Brecht. Seguí los pasos periodísticos de Gramsci y John Reed. En fin, tengo una idea más o menos clara del asunto. Por eso creo que podemos iniciarlo ya y, para arrancar de una vez, adelanto lo que entiendo por el socialismo del siglo XXI.

-Socialismo es habitar una ciudad para el hombre y la mujer, en la que todos podamos respirar aire puro, pasear por sus calles y avenidas y sentirla plena, física y espiritualmente.

-Socialismo es acudir a matricular un automóvil y no tener que esperar unos o dos años para que te entreguen los papeles,

-Socialismo es obtener un pasaporte sin tener que pagar un millón de bolívares a un desgraciado burócrata que se hace llamar “socialista”.

-Socialismo es que los enfermos del Seguro Social reciban medicina y tratamiento puntualmente y no que se agraven o mueran porque algún “ultra socialista” puso el dinero a plazo fijo para devengar intereses y volver hez la teoría del valor.

-Socialismo es rechazar “regalitos” de los jubilados de ministerios e institutos del Estado porque, si no aflojan esos “regalitos”, la burocracia “socialista” nunca les sacará sus prestaciones de toda una vida de trabajo y sacrificio.

-Socialismo es olvidarse de la chapa y el carnet para adelantarse a los demás en todas partes, humillar a los otros, hacer valer e imponer su cargo para lograr ventajas, prebendas y atenciones que al resto de los mortales cuesta Dios y su ayuda.

-Socialismo es ser o intentar ser el primero o el mejor en todo lo que nos toca hacer en la sociedad, como le recomendaba el Ché Guevara a su pequeña hija en carta memorable. El mejor y más puntual diputado, concejal, alcalde, militar, gobernador o funcionario de lo que sea.

-Socialismo es considerar sagrado el dinero de las misiones y velar porque el mismo llegue completo y puntual a donde tenga que llegar.

-Socialismo es hacer las obras –casas, puentes, carreteras, escuelas, hospitales, etc.- en el tiempo previsto para hacerlas, sin excusas.

-Socialismo es estudiar y luchar. No se puede ser buen luchador y mal estudiante; ni buen estudiante y mal luchador. Así lo decía, en los tiempos fundacionales del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, Simón Sáez Mérida.

-Socialismo es meterte hasta los tuétanos que los dineros públicos no son tuyos y que si sabes de un corrupto y no lo denuncias, tienes igual responsabilidad en la pillería.

-Socialismo es, si Jesús fue socialista, echar a los mercaderes del templo. Y el templo es la patria, el hospital, la escuela, el juzgado, el cuartel, el registro, la notaría y todas y cada una de las oficinas públicas, desde la capital hasta el último rincón del país.

-Socialismo es entregar el préstamo o crédito al beneficiario sin imponerle ninguna comisión, sin quitarle ningún porcentaje para “tu socialismo”, sin imponerle que firme por una cantidad mayor a la que realmente le estás dando, mientras le recitas la teoría de la plusvalía, el valor de cambio, el fetichismo de la mercancía y otras vainas más que deshaces con tu atraco a mano desarmada.

Como ven, se puede empezar sin esperar que el siglo nos alcance. Así se construye el socialismo, con pasos sencillos que son los más difíciles de dar. Por andar dando simples recetas o consejos de este tenor, más de uno fue purgado del “socialismo”. Lo sé.


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Earle Herrera

Profesor de Comunicación Social en la UCV y diputado a la Asamblea Nacional por el PSUV. Destacado como cuentista y poeta. Galardonado en cuatro ocasiones con el Premio Nacional de Periodismo, así como el Premio Municipal de Literatura del Distrito Federal (mención Poesía) y el Premio Conac de Narrativa. Conductor del programa de TV "El Kisoco Veráz".

 earlejh@hotmail.com

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