Haciendo un ejercicio de inocencia, credulidad y falta de malicia política, vamos a deshojar los discursos de los dos principales candidatos a la Presidencia de la República. En este ejercicio vamos a remitirnos a lo expuesto en los puntos principales de los respectivos programas de gobierno de cada candidato, matizado con lo dicho en sus respectivas ruedas de prensa, concentraciones públicas, mensajes televisivos, en lo que va de campaña electoral1.
Comencemos por el Candidato Presidente.
El Candidato Presidente ha comentado que su proyecto político se basa en cinco Objetivos Históricos, como él mismo los ha denominado, que son 1) Defender, Mantener y Consolidar la Indenpendencia Nacional, 2) Seguir construyendo la vía venezolana hacia el Socialismo del Siglo XXI, 3) Convertir a Venezuela en un País Potencia, 4) Contribuir a la conformación de un mundo pluripolar y multicéntrico y 5) Preservar la vida del Planeta y salvar a la especie humana. Se puede discutir sobre este tema muchísimo, se puede abrir un debate tan rico en ideas sobre las implicaciones de este proyecto nacional-continental, que harían falta días, semanas, meses, años! para abarcar la amplitud política, económica, social, cultural, ambiental que estos cinco objetivos históricos proponen. No discutamos si el interlocutor es auténtico o no, vamos a suponer que lo es; ni discutamos tampoco si realmente quiere decir lo que dijo, vamos a suponer que el Candidato Presidente sí lo quiere decir y lo siente así, y su Gobierno se orientará sobre la base de lo escrito en sus cinco objetivos; recordemos que hacemos un ejercicio de credulidad absoluta.
En líneas generales, y limitado por el intelecto de este servidor, se entiende que lo que se busca es un cambio de paradigma de la sociedad venezolana, con su impacto colateral a los países vecinos de América Latina, El Caribe, y a escala planetaria. Se buscan vías más humanas para la convivencia, tratando de redireccionar el rumbo primero de Venezuela, y luego (¿por qué no?) de la humanidad, la cual va inevitablemente camino a su autodestrucción. No sólo se propone el mejoramiento de la base material de las personas que viven en Venezuela, sino la profunda transformación de las relaciones humanas, dejando atrás el imperio del capital.
Ahora sigamos con el Candidato Aspirante.
A pesar que un grupo de cientos de notables se reunieron meses atrás, para redactar Los Lineamientos del Programa de Gobierno de la Unidad Nacional, el Candidato Aspirante, proveniente de la MUD, no ha hecho público un programa de gobierno estructurado propio2, o unas directrices fundamentales de su propuesta, o líneas estratégicas de un posible plan de gobieno en caso de ser electo Presidente el próximo 7O. Citemos pues, ya que no queda de otra, los puntos principales de Los Lineamientos del Programa de Gobierno de la Unidad Nacional, que son 1) Reconciliar al País y establecer la institucionalidad democrática, 2) Vigorizar y remozar el Poder Público, 3) Construir una sociedad productiva y de progreso, 4) Mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos y 5) Proyectar y promover confianza, respeto y prosperidad en el mundo. Al igual que los cinco Objetivos Históricos del Plan de Gobierno del Candidato Presidente, las cinco Áreas de atención de Los Lineamientos del Programa de Gobierno de la Unidad Nacional, merecen un debate amplísimo, que supondría implicaciones importantes para la sociedad dentro del marco de un Gobierno presidido por el Candidato Aspirante. Lo que aquí está propuesto es que Venezuela se monte en “El Autobús del Progreso”, que se deje atrás los vicios y pesares de la “Quinta República”, de la debacle institucional y material que produjo el “Socialismo del Siglo XXI”, y construyamos, con el trabajo conjunto entre el sector privado y el Estado Nacional, la Venezuela del Progreso, siendo una de las palabras claves “Confianza” para que los primeros se unan y promuevan el cambio, sin sentirse amenazados por los segundos. Vamos a suponer, nuevamente, que el interlocutor es auténtico, vamos a suponer que el programa de Gobierno será la base fundamental de un Gobierno dirigido por el Candidato Aspirante, y que, con toda la buena fe del mundo, se intentará llevar a Venezuela al verdadero Progreso.
Existen varias diferencias entre uno y otro planteamiento; aún cuando vamos a suponer que ambos están hechos para el bien de todos y todas, y más aún cuando también vamos a suponer que ambos candidatos son personas de probidad garantizada y temple para gobernar; sin embargo, existe una diferencia fundamental, una diferencia radical e incluso podría decirse filosófica: Un programa plantea la transformación profunda de la sociedad, y el otro plantea la transformación profunda del gobierno, como vía segura para alcanzar la mayor suma de felicidad posible del Pueblo Venezolano. Dicho con otras palabras, el primero propone la transformación material y espiritual de la sociedad como garantía de la verdadera prosperidad integral, y el otro propone la transformación del gobierno para alcanzar la prosperidad integral.
Habría que preguntarle al Candidato Aspirante si cree que la sociedad occidental capitalista/postcapitalista funciona correctamente desde el punto de vista moral, económico, social, ambiental, espiritual... Todo esto suponiendo que el Candidato Aspirante quiera realmente lo mejor para el Pueblo.
Hablando ahora seriamente, considero una irresponsabilidad política el hecho de votar por un candidatos únicamente escuchando los bonitos discursos de campaña electoral. Para ejercer nuestro derecho electoral de manera responsable creo necesario investigar un poco más sobre los antecedentes, obras, trayectoria, ideales, programas, de cada uno de los candidatos políticos.
Se entiende que, como su nombre lo dice, el documento hecho público por la MUD meses atrás son “lineamientos”, que bien pudiesen ser entendidos como “sugerencias” para el Plan de Gobierno del candidato finalmente elegido para representar esta coalición política.
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