Son hijos de Francisco de Paula Santander y Álvaro Uribe Velez, ¿qué le podemos hacer?

Hoy vemos en cueros a todos los actos deshonestos de quienes dirigen esa sórdida taguara llamada la MUD.

Cuando sus líderes no son estafadores, asesinos y ladrones son de esa categoría repugnante de malinches besa gringos, al estilo de la despreciable Marian Corina Machado.

Y por supuesto que la cultura que poseen es la de la estafa, la del disimulo, la de tirar la piedra y esconder la garra, el morro y la befa.

Son hijos de la escuela del crimen y de la guerra que sembró en Colombia Francisco de Paula Santander y Álvaro Uribe Velez.

Por algo hoy “El Espectador” de Colombia publica una caricatura de Uribe en la que éste dice: “Lo mío es la guerra a muerte contra la paz”.

La trampa es el arma predilecta de la ultraderecha.

Si Capriles Radonski forjó el otro día un radiograma, lo hace sencillamente porque esa es la formación que le inculcaron los de su clase. La gente de la hipocresía jesuita, la misma que educó a Rafael Caldera. Henrique desde chiquito ha sido tramposo; él le mentía como un bellaco a sus padres cuando hacía cochinadas en la escuela. Le mintió a toda su familia su condición torcida propia de los ultramontanos.

Y como no tiene pizca de honestidad, tramposo a toda vela, ahora replica: “Si alguien lo forjó, pues habrá sido el propio Gobierno”. Es decir, él no leyó que el radiograma llevaba fecha del 31 de julio de 2012. Él no lee porque no sabe leer ni le interesa.

De la misma catadura bestial de Carlos Andrés Pérez cuando declaró a la prensa, para defender al perro de la guerra, el cubano Orlando García, que éste no le había vendido ni una navajita a las Fuerzas Armadas.

De la misma catadura bestial de Jaime Lusinchi que cuando le preguntaron por qué no había detenido a los que asesinaron a Luis Ibarra Riverol, respondió: “Al hijo de Lindbergh no lo han encontrado todavía”. O cuando contestó que la banca lo había engañado poco después de entregar la presidencia  a lo que Luis Herrera le replicó: “tarde piaste pajarito”.

Caldera era de un cinismo más refinado, pero no menos hijo de puta; él fue quien liberó a todos aquellos banqueros durante la terrible crisis financiera que asoló el país en 1995.

El adeco Raúl Leoni era un abúlico inepto que nunca se enteró que fue Presidente de Venezuela, aunque sí se encargó de ordenar desaparecer a miles de revolucionarios. Por bobo le llamaban “bueno”. Ordenó el asesinato del profesor Alberto Lovera.

Betancourt, fue el padre de todos esos hijos de puta, y quien dio un golpe de Estado contra uno de los mejores Presidentes venezolanos del siglo XX: Isaías Medina Angarita. Luego en su segundo mandato se encargó de destruir toda resistencia contra el capitalismo y se entregó en brazos del imperialismo norteamericano, convirtiéndonos en la más despreciable colonia de América Latina, aún peor que la colombiana.

Eso es esa gente. Y así serán por siempre.

jsantroz@gmail.com



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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