Memoria de un escuálido en decadencia

Huevos

¡Vamos de mal en peor! ¿Cómo se le ocurre a Embajada Radonski decir en su rueda de prensa que “los huevos están muy caros, por lo tanto, quien tiró esos huevos en La Vega, fue el gobierno”? Coño, qué manera de filosofar. Ríete de Platón y Aristóteles. No me jodas, Embajada, estás dando unos argumentos tan infantiles que pareces más bien un candidato a semanero en el Primer Grado A, del Grupo Escolar Nelson Mezerhane. Ese argumento de los huevos caros quedará para la historia, y lo que más molesta es que los chavistas, ese montón de gente que sigue al dictador, se mueren de la risa con las vainas de Embajada, y después dicen que es un candidato aburrido.

Cuando el papá de Margot escuchó a Embajada Radonski decir esa pendejada de los huevos caros, apagó el televisor y gritó: “¿Qué he hecho yo para merecer esto, Dios mío?” Y se encerró en el cuarto. Y allá adentro siguió hablando solo. Margot y yo nos acercamos a la puerta y se escuchaba al hombre diciendo: “Además, esos huevos se los tiraron a Ismael García, que se los merece, a ese deberían llevarlo a todas las marchas para que le tiraren cualquier vaina, y mientras tanto, nuestro candidato dice las cuatro pendejadas que sabe decir y listo”. Allí lo dejamos hablando solo y salimos rumbo a una patrulla, perdón, las patrullas son de los chavistas, salimos rumbo a reunirnos en el comando Venezuela, que antes era Tricolor, y ahora quieren cambiarlo para Comando EE.UU.

Y vamos de torta en torta. El 5 de julio, en la Asamblea Nacional, el dictador nos cogió para sopa. Nuestros diputados estaban allí con esas caras de yo vendí a crédito, y el dictador muerto de la risa diciendo que nosotros no nos reíamos. Y es verdad, María Corina estaba allí como que le hubiesen robado la foto original con Bush en el salón oval, y el compañero Marquina como que él nunca hubiese llamado a votar por el dictador, incluso, el dictador lo nombró dos veces, le dijo “compañero Marquina”, y él allí orgulloso de haber dicho su vaina.

Les digo una vaina, compañeros, eso de sentar al lado de Embajada Radonski a Ramón Guillermo Aveledo y a Antonio Ledezma, fue un grave error, esa vaina nos hundió. Me cuenta Margot que cuando su papá vio aquello por nuestro canal, Globovisión, el hombre dijo: “No me echen más cartas”, y apagó el televisor y se encerró en su cuarto. ¿A quién se le ocurrió esa pendejada? Si nosotros estamos vendiendo progreso, ¿qué hacen allí Aveledo y Ledezma? Sólo faltaron Fracaso Petkoff y Ramos Allup.

- Toma este puñal y ábreme las venas.- me canta Margot

robertomalaver@gmail.com



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Roberto Malaver

Periodista y escritor. Niega ser humorista, a pesar de algunas evidencias que indican lo contrario. Co-moderador del popular programa "Los Robertos", al cual insisten en llamar "Como Ustedes Pueden Ver". Co-editor del suplemento comico-politico "El Especulador Precóz". "Co-algo" de muchos otros proyectos porque le gusta jugar en equipo.

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