Antiparaplejicamente hablando, es decir en la dinámica celestial ocurrente, el que supuestamente adolece de una patología terminal debe ser el que aparezca con una estampa desnutrida, raquíticamente hablando, similar a lo que se entiende como “flaquito”, pero los antagonismos históricos invierten la dialéctica galáctica y resulta que sorprende el mundo de las imágenes colocando como flaco al que no esta patológicamente sentenciado a la carga mediática del moribundo y aquel que si sufre de los designios nefastos de los laboratorios ceeneénicos con las sentencias de paciente terminal de cáncer, cada día se nos aparece mas sano y radiante, un gordito hiperkinetico e incansable que desmonta las patrañas escatológicas que cual telarañas inmundas pretendían atraparlos. Chávez se esta engordando y los esta volviendo locos.
Aquel hijito de papa, nacido en el country, que otrora pretendiera en su infancia haber sido un bebe Gerber, nutrido con crocantes hojuelas de corn flaque de Kellog, ha perdido su estampa saludable en un mar de piedras aplastantes que lo llevan a presentarnos una cara chupada, cadavéricamente hablando que expresa el dolor y la angustia de sus sobredosis de egolatría mal ensayadas ante el espejo de su burgués habitación desordenada por tantos libretos que inútilmente sus amos pretenden que se aprenda. Es realmente patética su semblanza que aun en complicadas estrategias de advertising pretenden vendérnoslo con el remoquete de “er flaquito” tratando de despertar simpatías en las bases `populares y que esto oxigene su frustrada intención de escalar las encuestas. “El flaquito” esta bien jodido, señores, no tiene vida porque se le paro enfrente al gordito de la historia, un caballo de siete leguas que se infla con el amor de todo su pueblo con un discurso autentico, respirable y comprensible que destroza a pedradas limpias las caóticas y confusas, escasa e incoherentes alocuciones de Radonski.
Que mal te veo flaquito, que mal te veo. Se te esta poniendo fea la cosa, ya los tuyos están pensando en sacarte y cambiarte quien sabe por que otro majunches, pero ya no hay nada que hacer sino verte hacer el papel tan cursi que te toco en esta historia.
brachoraul@gmail.com
¡Vamos mi presidente, gordo de esperanzas y de amor por Venezuela! ¡Dale su pela al majunches raquítico!!
Viviremos y venceremos!!!!
