De la prisión de la Planta a un nuevo golpe de estado en Venezuela

Pecar de ingenuidad y de retardo en darse cuenta de lo obvio debe dejar de ser una característica de quienes asumimos día a día esta revolución. Es mucho lo que ha costado, es largo el camino andado como para caer de nuevo en una emboscada similar a la del 11 de Abril, mas o menos con el mismo esquema de recetas cocinadas por el pentágono.

Muy cerca estuvimos nuevamente, gracias a una mujer combativa y con los guáramos bien puestos la “crisis” generada en la cárcel de la Planta en Caracas, no se torno en el detonante de un golpe de estado. Muchos de ustedes que me están leyendo podrán tildarme de conspiranoico, yo les digo que me importa un carajo que se piense de mi así, asumo que vivo paranoias cada vez que suceden estas “crisis” que ha mi entender nacen de los laboratorios del Pentagono, la OTAN y de la derecha endógena.

Si hubiesen logrado un clima de enfrentamiento y violencia en la toma de la Planta, muy probablemente hubiese continuado la ejecución del libreto imperial, más allá de las muertes producidas dentro del penal, francotiradores bien apostados hubiesen empezado de nuevo una gran masacre, continuada por “la indignación popular” por el genocidio chapista que traería a sus lacayos a las calles y generarían el comienzo de la revuelta. Algunos militares se alzarían, comenzaría un incontenible clima de violencia en varias ciudades, otros motines en el resto de los penales y en cuestión de horas, solo de horas, el imperio estaría entrando a Venezuela para salvarla de un dictador que se desbordaba en violencia contra un pueblo que ya no lo soporta.

Sin tiempo a reaccionar, agarrados por sorpresa de nuevo y atrapados en el libreto de golpes que maneja Obama y su imperio que se mueren por derrocarnos y apoderarse de nuestros recursos. Sin tiempo para hacer nada que no fuera lamentarnos por lo pendejo que fuimos. Derrotados en una trampa tan soqueta. Hay que ponerse las pilas mis camaradas.

Es un deber de la revolución saber defenderse. Es un deber del pueblo tener el olfato `para predecir estrategias de golpes de estado, es un deber de nosotros los que ejercemos el gobierno, prevenir e impedir que nos vuelvan a joder como aquel 11.

Cuando nuestro comandante presidente decidió crear la comisión anti golpe, tiene que ordenar igualmente a todos sus cuadros a estar con los ojos pelaos ante la mas mínima situación.

Ya es obvio que la situación carcelaria es un blanco fácil para la oposición en su faena de desestabilizar, aun falta el sicariato contratado que vendrá a incrementar los robos, los secuestros, los asesinatos de taxistas y de cualquier hecho que confunda, aturda, desencaje o desordene la costumbnre a la calma, a que no pasa nada. Las intervenciones del pentágono usan códigos telúricos, apenas comienza un temblor de tierra es el pánico el que toma el mando, así mismo ocurrirá si nos sorprenden y si no estamos prevenidos y preparados, seguro que mas que lamentarlo, lo pagaremos con nuestras vidas, apagándose bajo un infierno de metralla, bombas y persecuciones, la quinta república bolivariana.

Estemos despiertas y despiertos, que lo que viene no es juego, ya se saben perdidos en las elecciones y están dispuestos a todos los escenarios necesarios para intentar derrotarnos, estamos en guerra abierta contra el imperio.

¡Viviremos y venceremos!!!


brachoraul@gmail.com


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Raúl Bracho


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