Eladio Aponte Aponte destruyó el sistema acusatorio del COPP y nos devolvió al régimen sumarial policíaco del puntofijismo em materia penal

Cuando digo que Aponte Aponte destruyó el sistema acusatorio y regresó al proceso penal secreto y policiaco de la Constitución del 61, sistema acusatorio que se instauró en el COPP de 1998 (La partidocracia haciendo reformas a última hora chorreada ante el triunfo de Chávez) que llego por uno o dos años a ser el más avanzado de Nuestramerica, pero que la reacción conservadora de derecha, lo siquitrilló, pero formante parte de esa reacción, su factor más decisivo y peligroso aun, es una infiltración de ultraderecha que se incrustó en el “oficialismo” del sistema de justicia penal, y cuyo representante más emblemático es Eladio Aponte Aponte, y ojo, este no es el único, ni se acabaron los de sus especie, el “Apontismo”, por darle un nombre a esta tendencia contra-revolucionaria y regresionista, tiene el seguidor que juega garrote aun adentro, porque fue una mafia que se entrometió e impidió las reformas y al impedir las reformas y cambios (Que aun están vigente y apremiantes dentro de la administración de la justicia penal), le fue muy fácil continuar con la cultura policiaca y corrupta del puntofijismo del cual ya existía un antecedente de 40 años. Cuando digo que Aponte Aponte destruyó el sistema acusatorio previsto en el COPP, aparte de ser algo muy técnico que mucha gente no entiende por la terminología especial, pero que es algo muy sencillo y cualquier preso pobre y su familiar que se le ubique en contexto de que se trata, lo entiende y lo desarrolla a las mil maravillas, ubiquémonos en contexto.
 

UBICACIÓN EN CONTEXTO
Venezuela, en materia penal, se “mamó”, el siglo XX completo, con un código de delitos y penas como procesal del siglo XIX, y todo esto es por la toma de la academia penal de una tendencia de ultraderecha cristiana católica, encabezada por el ex presidente Caldera, que prácticamente desalojó e impidió que naciera un pensamiento crítico y de avanzada o radical y de izquierda en nuestras facultades de derecho, cualquier tendencia de avanzada o tan solo distinta, en materia penal, fue atacada y silenciada en nuestra escuelas jurídicas opusdeistas, a última hora a esta tendencia dominante se le incorporó el adequismo mayamaero, más reaccionario aun, y pragmático, ya que recibía ordenes directa de Washington, y con esto se trancó el cerrojo. En este estado de debacle intelectual y moral se encuentra nuestra academia penal, tomada por tendencias ultraderechista represivas y policiacas y neoliberales clasistas. Allí nos encontrábamos a finales de los años 90 del siglo pasado, y como ya dijimos, con códigos del siglo XIX.

En materia criminal esta tendencia ultraderechista tenía su manifestación en un código penal que solo reprimía a los delitos de los pobres con penas largas y para nada los delitos de los ricos o de cuello blanco en su mayoría despenalizados o con penas muy cortas, ridículas, para el daño social que causan. En materia procesal, privaba la parte secreta y policiaca, es decir, existía primacía de la actuación policiaca o fiscal, desde que la persona caía preso, que es precisamente la parte del proceso en donde la persona tiene menos garantía y en donde se da menos el contradictorio y la igualdad de las partes y la publicidad, ya que en esta etapa inicial la persona detenida o privada de libertad, está a merced de la policía y el fiscal. El sistema acusatoria, precisamente, a lo contrario del sistema inquisitivo y sumatorio, trata de igualar a las partes y que haya las mismas garantías tanto para el preso como para el estado, claro está el estado siempre gozara de ciertos privilegios que no es lo mismo que abusos, lo que hacen fiscales y policías, no solo en el puntofijismo sino actualmente en pleno “proceso bolivariano revolucionario”, con el dominio del “Apontismo” en la materia penal.
Debo aclarar que el COPP, aunque era una línea del Banco Mundial, no solo para Venezuela sino para el resto de América Latina, el mismo no fue bien visto, aun por la macolla pitiyanqui y entreguista a quien le tocó propagandear, y no lo hizo con la vehemencia con que difundió las privatizaciones y aperturas económicas, por dos sencillas razones; una, porque veía una garantía para el delincuente pobre, que es al único al que ella mete preso, vio la posibilidad que este se le pudiera escapar; y dos, “nuestras oligarquías” tradicionales o de derecha son totalitarias, lo quieren todo, las quieren ganar todas y cuando pierden una, arrebatan, y terminan empatándolas; y una forma de ellos garantizarse la impunidad es pagándole al juez, al fiscal o al policía, pero le pagan a uno solo; pero pagarles a 11 jurados, eso lo vio como un atentado a sus privilegios, y si veíamos la composición de los jurados, en su mayoría de origen popular, vio el peligro que un “gran jurado chavista” (A quien al principio le temían, hoy podemos decir que lo penetraron y lo domaron) los metiera preso y por eso vieron el fin del mundo y desde el primer día de su vigencia la entromparon en contra del COPP, a quien el fascista gobernador de Miranda de entonces y quien asaltó VTV el 11-A, Enrique Mendoza, sacó varias manifestaciones en contra del COPP, como el principal causante de la delincuencia en el país y a su vez fue recibido por el Ministro de Policía de entonces, Luis Miquilena, y este último le prometió “reformar” el COPP, que no tenía la culpa de nada.

En verdad del lado bolivariano revolucionario no hubo nadie que respondiera y quienes podíamos responder, no teníamos musculo para ello (Autocritica nuestra), y era el momento en que trepadores y arribistas, estaban en su apogeo ubicándose y escalando posiciones, y el comandante dándoles concesiones, que luego le costarían bien caro, pero esta parte se le perdona, porque el mismo ha dicho que era su etapa de “pendejo”, pero después del 15-A-2004, si no tienen perdón, en donde se “durmió en los laureles”, pero esto es harina de otro costal.

Como conclusión de esta ubicación en contexto podemos decir que existen, por lo menos, dos sistemas penales, uno el capitalista que sanciona solo los delitos de la pobrecía y despenaliza o sanciona con penas muy cortas a los delitos más nocivos socialmente hablando como son los de cuello blanco (En contra de la economía como la especulación tanto con productos como financiera, el medio ambiente, los medios de comunicación como el terrorismo y la manipulación mediática, la explotación del hombre por el hombre, el desheredar al ser humano de los frutos de la tierra que son de todos, etc.); y en materia procesal el sistema capitalista es netamente policiaco, en donde priva y se le da más jerarquía e importancia a la parte policiaca-fiscal, que es quien define todo, y es el verdadero rector del proceso. Bueno Aponte Aponte, hizo eso, del primigenio COPP que aprobó la partidocracia adecopeyana chorreada, en 1998, que era garantista y sobretodo predominaba la publicidad, la igualdad de las partes, la oralidad, todo eso lo echo para atrás y hoy en día tenemos un COPP inquisitivo, en donde la pauta de hecho la marca la fiscalía (Aunque el papel diga lo contrario), y en donde la policía volvió a tener control del preso y “negocia” su libertad por la falta de transparencia, oralidad y publicidad que las consecutivas sentencias de Aponte Aponte, aun vigentísimas, descuartizaron, y esas jurisprudencia apontista, es la más nombrada por abogados de narcotraficantes, golpistas, corruptos y fiscales y jueces mala conductas “rojo, rojitos” que son bastantes.
 

LA DESTRUCCION DE UN CODIGO PROCESAL GARANTISTA Y ANTIPOLICIACO.
Debo aclarar que Aponte Aponte no ha sido el único que ha descuartizado al COPP inicial, que ha sido el código procesal mas avanzado que ha tenido el país en toda su historia, ya anteriormente el TSJ golpista de Iván Rincón Urdaneta y su sala penal con Angulo Fontiveros y Blanca Rosa Mármol, habían hecho desaparecer la figura del jurado, al cual jugaron a su colapso con el fin de hacerla desaparecer por supuestamente ser la causa de los retardos procesales, si existía una figura genuina representación de la participación del pueblo administrando justicia establecida en nuestra constitución era esa la del jurado; pero aquella corte máxima (golpista), decidió dejar la figura de los escabinos; y a estos, que eran la única forma de participación popular en la administración de justicia que dejaron, Eladio Aponte Aponte, se los tragó con una sentencia que dice que si a la quinta audiencia no hay escabinos, el tribunal se constituye con juez unipersonal, quien dilucidara el juicio.
También en materia penitenciaria, esta vez fue la Asamblea Nacional “roja, rojita”, quien acabo con todos los beneficios penales, principal causa del hacinamiento carcelario, y regresando al periodo anterior, en que se dictó la, hoy desaparecida, “ley de sometimiento a juicio y suspensión condicional de la pena” del año 1982. Por ello es muy poco, a no ser que sean labores de maquillajes lo que puede hacer un ministerio de asuntos penitenciario sino se vuelve al sistema de libertades procesales que estableció el primer código orgánico procesal penal, el cual fue destruido por la derecha mediática que monto una gran olla en su contra y generó toda una matriz de opinión como principal culpable de la delincuencia, pero esa ultraderecha, no hubiese podido hacer nada, si no es por el aliado de una infiltración de derecha que se disfrazó de “rojo, rojito” y se apoderó de la cúpula del poder judicial, cuyo trepador más emblemático y exitoso (No es el único, quedan muchos y adentro), fue Eladio Aponte Aponte.

Aponte Aponte empezó a alargarle los lapsos al proceso penal, en beneficio de los funcionarios y no de los reos, es mas en contra de los reos, sobretodo alargarle los lapsos a la fiscalía, a cuenta de pocos fiscales, en detrimento del reo, del usuario y de la sana administración de justicia (Esto, aparte de no buscar la solución de fondo que era crear más fiscalía, dejar los mismos fiscales puntofijistas de muchas malas mañas, y en algunos casos darle chance al fiscal, por lo general es al policía, a negociar) aun en etapa de investigación, sábados y domingos no son hábiles, en la única parte del mundo en donde se ve esto, ya que estos días no hábiles no corren para el preso, en su detrimento, pero si benefician al burócrata judicial, fiscal y policial quien ahora tiene cualquier tipo de vacaciones, (En diciembre, en agosto, mas las individuales), y estos son días de no administración de justicia, es decir que el beneficio es para el burócrata del estado, y no para el pueblo, para el preso para el usuario, esta es la democracia o la justicia de la boliburguesia. Pero el autor de esto es Eladio Aponte Aponte.

Aunque ya el TSJ golpista de Iván Rincón (El no era golpista pero convivía con ellos) conjuntamente con el Fiscal de la impunidad, Isaías Rodríguez, ambos premiados en Embajadas lomitos,  habían dado pasos agigantados en este sentido, pero fue Aponte Aponte quien lo convalidó; resulta que los delitos que no son infraganti, que deberían durar más tiempo por ser mas engorrosos y complicados dado el tiempo transcurrido del delito, son los más rápidos y con finales felices y en donde no hay etapa ni de investigación judicial ni previa, sino que el reo (Por lo general o de la delincuencia organizada o un rico o un banquero, este no es el chorito que es agarrado en la calle por la policía ipso facto o infraganti), en lo que se detecta el delito, el Ministerio Publico se convierte en juez y parte, ya que no es presentado ante un juez, como debería ser, y eso que el COPP, establece términos para el delito infraganti, que son más corto y aquellos delitos que no son inmediatos u ordinarios, como este al que me estoy refiriendo, los lapsos son más largos, es decir, que pueden ser presentados ante un juez, para que la investigación, aunque la realice el ministerio público, pero bajo el escrutinio y rectoría de un juez. Prosiguiendo, una vez, el Ministerio Publico, investigado este tipo de delito, llega y lo presenta a un tribunal y allí va para juicio o para su casa a gozar de la bonita libertad; pero en el lapso de investigación ni siquiera es tocado con el pétalo de una flor.
Aquí en estos delitos no infraganti u ordinarios, quienes representan a la “revolución bonita” dentro de la administración de justicia penal, han sido mas complaciente con el delincuente que el puntofijismo, porque el sumario puntofijista, el juez adeco o copeyano, cuando los investigaba les pegaba o un auto de detención o una medida de sometimiento a juicio, pero ahora, es el fiscal que hace y deshace, en muchos casos el fiscal es súbdito de la policía, quienes tienen mucho mas cojones que ellos, y son los que mandan e imponen su ley. Precisamente uno de los logros de los juristas en materia penal del COPP primigenio, fue quitarle el poder que tenia la policía, sobretodo la PTJ, que es el mismo CICPC, en la etapa de sumario y por eso se busco un proceso en donde privase la oralidad, la publicidad, la participación ciudadana en la administración de justicia y la igualdad de las partes en el proceso; todo eso lo echó por tierra,, Aponte Aponte, aunque debo reconocer que el no fue el único; aunque si fue el trepador más emblemático y exitoso, pero ojo, aun quedan muchos, quizás no con la pericia y astucia del, pero si afines o de su misma calaña.
 
franciscosierracorrales@yahoo.com.ar


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Francisco Sierra Corrales


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