Acabamos de pasar las celebraciones de los diez años del golpe militar del 12 de abril del 2002, los cuales se celebran durante cuatro días seguidos, 11, 12, 13 y 14 de abril (Aunque hoy 15-4-12, el alborote continua), en donde se destaca de la manera más superficial, sin ningún análisis serio y profundo en donde se resaltan los hechos meramente anecdóticos e instrumentales, que este año tuvo un componente adicional, y quizás por ello la fastuosidad, mas no por la década, como es el elemento electoral, que por lo superfluo del asunto termina siendo electorero, pero sin ningún sentido ideológico sino con el mero fin de golpear al competidor electoralmente.

Una vez la derecha, sobretodo la derecha endógena de aquel momento, que ha sido la derecha más extrema que hemos tenido dentro del proceso, tan es así que dentro de la derecha de hoy, ella está del lado extremo frente a derechistas connotados y de siempre, pero aquella infiltración fue muy descarada, se le abrieron las puertas a elementos que hasta ese momento habían sido grandes enemigos no solo de la izquierda sino de cualquier progresismo y hasta liberalismo; pero a aquella infiltración, la pudiésemos justificar, por la “novatada” del líder, por su inexperiencia política, ya que venía del campo militar, pero después de más de diecisiete años (Hay que incluir la época previa al gobierno y posterior al 4-F, sobretodo post-presidio, 1994), aun continua una derecha endógena, distinta a la primigenia pero más culebrera y camaleónica y si se quiere astuta, entonces, ya nos damos cuenta que el asunto no es de “novatadas” sino de “corazoncito”; pienso que el comandante su corazoncito está en la derecha y no en la izquierda, como pretende hacer ver o como todo el mundo piensa; y la existencia de una derecha interna (Pumalaca), aun hoy, que está más fuerte que nunca y ya casi es irreversible el “vuelvan caras”, es decir volver a la izquierda o al espíritu del 27-F, que es el origen de esta revolución bolivariana; lo demuestra; pero repito, como empecé este párrafo, después que la derecha endógena de la primera guardia (Entiéndase Luis Miquilena, aunque no fue el único), se dio cuenta que no podían voltear al jefe, y quizás no lo pudieron voltear por culpa de los mismos gringos, quienes jamás lo han aceptado (Por supuesto el 4-F, le descuadró un siglo de dominación imperial), y precisamente en una cumbre de la mal llamada “de las Américas” (Denominación imperialista yanqui; la denominación bolivariana es “América” o la martiana “Nuestramérica”, ambas validas), que se celebro en Canadá en el 2001, posterior al evento planificado de las torres gemelas de New York, en donde la onda era la locura “anti-terrorista” post-11-S-2001, en donde el Comandante quedó solo y fue humillado (Sometido a cateo electrónico, antes y después de entrar al salón de la cumbre); de allí, Hugo Chávez regresó radicalizado, tanto es así que en una cadena de medios nacional, condenó los bombardeos gringos al pueblo inocente de Afganistán, en donde mostró fotos de niños y ancianos mutilados por los “efectos colaterales” de las bombas de los bombardeos genocidas yanquis. Allí, en esa rueda de prensa se echó la primera piedra para su derrocamiento cuya primer impacto relevante fue el paro patronal del 10 de diciembre del 2001, fecha inicial del proceso que concluyó con los golpes del 12-A-2002 y las conspiraciones de diciembre de ese mismo año y del año 2003, y el 11 de abril del 2002, en donde la derecha, ante el bravo pueblo caraqueño en armas y defensor espontaneo de la constitucionalidad, en el sitio de Puente Llaguno, salió derrotada, pero de nada sirvió esa victoria del 11-A, y de nada sirvieron los diversos apoyos de distintas guarniciones, algunas con mucho poder de fuego como las fronterizas y de nada sirvió la posición valiente del General Raúl Isaías Baduel en Maracay, quien prácticamente fue quien derrotó el golpe, ya que su rebeldía y amenaza de subir a Caracas a reponer la constitucionalidad, desesperó e hizo cometer múltiples torpezas y pifias a los golpistas de derecha; aunque también hubo sus traiciones como las del Gobernador del Estado Anzoátegui, del Estado Bolívar, para aquel momento y la del presidente de la CVG, actual gobernador del mismo Estado, General Francisco Rangel Gómez.

En realidad, el asesoramiento a Chávez (Si es que hubo algún asesoramiento, que no justifica la entrega tempranera a los facinerosos golpistas), externo, por mas autoridad que tenga, estuvo bastante errado, porque no se podía comparar el caso de Allende del Chile de 1973, en donde estaba un ejército monolítico bajo el mando de su comandante bribón y traidor de la constitucionalidad y la verdadera democracia, que tanto pregona la burguesía; y el presidente socialista no contó ni con un batallón a su favor, y por el contrario Chávez, no solo contaba con un pueblo que espontáneamente y en armas, ya había obtenido una victoria política–militar-situacional, en horas de la tarde, al no permitir que los golpistas en una marcha que tenían preconcebida para asaltar el palacio de Miraflores y asesinar al mandatario Hugo Chávez (Esa era la verdadera tesis del “vacío de poder”, un presidente asesinado por supuestamente Fuente Ovejuna), les impidió pasar y no pasaron, además múltiples guarniciones con bastante poder de fuego, le ratificaron lealtad y le pidieron que “ordenara” y de paso una guarnición importantísima como la de Maracay, no solo se mantuvo leal al presidente y la constitución sino que hizo pública su rebeldía y amenazaba con subir a Caracas a rescatar el orden constitucional; no obstante ante las amenazas psicológicas y balandronadas de un grupo de militares golpistas y forajidos, y sin “haber peleado Rondón”, se les entrego el país; obviamente tanto el pueblo que quedó picado y con ganas de seguir luchando como las guarniciones leales que tenían las municiones intactas, actuaron inmediatamente y al día siguiente del golpe del 12-A-2002 (A las 3:30 AM), el 13-A-2002, pusieron orden en el país, pero enseguida volvió la inconsecuencia y el perdón al delincuente y a nadie se metió preso, y nadie pagó por su felonía. Allí parte el estado de impunidad existente en el país.

La verdad es que como operador de justicia que soy, en estos 10 años del golpe de estado del 12-A-2002, el cual vino acompañado, como consecuencia lógica del perdón al delincuente de cuello blanco, de una decisión indigna y bochornosa del máximo tribunal de la Republica, quienes convalidaron el golpe de estado, y por ello debieron ser allanado y sometidos a la justicia popular, no obstante se les mantuvo en sus cargos y esa decisión pivoteó otro golpe de estado de carácter petrolero que le hizo perder a la economía del país 20 Millardos de Dólares, aproximadamente, y luego vinieron las guarimbas y ningún político de derecha que encabezaron el golpe así como los empresarios de la comunicación que instigaron al caos, han sido tocados ni con el pétalo de una rosa, no obstante, al igual que en el puntofijismo, las cárceles hacinadas de presos pobres; por ello no hay nada que celebrar.

Que todos los indultos así como los perdones y demás beneficios que se hayan dado con respecto a los sucesos de desestabilización de los años 2002 y 2003, sean anuladas, como fue anulada en Argentina las leyes de punto final del nefasto neoliberal Menem, que perdonaban a los militares violadores de los derechos humanos que gobernaron de facto ese país.

Asimismo, deben someterse a investigación y/o juicio tanto a Fiscales como a Jueces que fueron negligentes en el actuar en contra de los golpistas y su retardo ha hecho que se dé la impunidad, incluyen a los miembros del TSJ que votaron a favor de la sentencia que cohonestó un golpe, al igual que la jueza que soltó a los francotiradores terroristas internacionales que causaron las masacres de Puente Llaguno y fue quien ordenó la privativa de libertad del cantor del pueblo Colombiano Julián Conrado.

Hugo Chávez, quien ya le había confirmado su asistencia a la mal llamada cumbre “de las Américas” para el sábado 14 de abril, al esbirro del Santos de Colombia (Quien por cierto de esta cumbre sale fortalecido como el sargento asignado de USA para América Latina y El Caribe, desplazando a México, el habitual “patio trasero” gringo), por andar preguntándole a l pueblo si asistía o no a esa cumbre afrenta para Nuestramérica, el pueblo “chavista” le respondió, aun en contra de su voluntad, que no fuera, cosa que lo obliga a no ir y a efectuar otro viaje a Cuba.