El empeño de nuestros países de la América latina en obtener el desarrollo, se ha convertido en un reto y en un debate constante entre los distintos actores que forman parte de la política, la economía y la investigación. Esta servidora pretenderá señalarles de manera sencilla la importante incidencia que tiene la cultura en el encuentro del desarrollo. La intención es dejar claro que entre ellas existe una relación de causa y efecto, y demostrar la urgencia que se requiere, en modificar nuestra cultura de acuerdo a lo que aspiramos tener en nuestro país.
Necesitamos evaluar la repercusión del conjunto de valores, costumbres, conocimientos y acciones que implementamos en esta sociedad, en la actual, y en la que deseamos construir para el beneficio de todos y en especial para el futuro de nuestros hijos. Ahora bien, todos sabemos que el capitalismo en su obsesión por generar ingresos promueve la cultura del consumismo, o como considero que es más exacto llamarle la cultura del egoísmo, es así como vemos la tergiversación de los conceptos más nobles de la raza humana, como es la conveniencia por el amor, la adulación por la lealtad, la sumisión por el respeto, la complicidad por la valentía. El egocentrismo, el “yoísmo” tan arraigado que tenemos impregnado hasta en los huesos, el ansia de adquirir riquezas, comodidades y lujos se ha convertido en la gran roca que nos persigue con fuerza tal como si bajara de una gran pendiente para arrasar con todo lo humano posible!.... El egoísmo sustituye al amor, y todo esto, porque pretenden imponernos la idea de que pensar primero en nosotros mismos nos traerá mayores beneficios a nuestra vida, frases como: “Primero yo, segundo yo, tercero yo”; “El que se la hecha de redentor sale crucificado”, son comunes en nuestro entorno. Yo tengo las armas, sí, por eso invado; yo tengo el poder, sí, por eso exploto; yo tengo los medios masivos, sí, por eso manipulo. Cuántas veces hemos observado de una manera jocosa el facilismo, porque “no hay que darse mala vida”, “la vida es una sola” y cosas por el estilo.
Esta cultura retorcida busca desvirtuar los principales valores indispensables para lograr una vida digna, el valor al trabajo queda en segundo plano: “Cuando los gatos se van los ratones hacen fiesta”. En fin, cualquier cosa que sea para mi provecho exclusivo sin importar de qué manera pueda afectar al otro está bien, siempre y cuando me beneficie a mí o a los míos. Esta cultura nos ofrece, o mejor dicho nos vende, la imagen de una vida cómoda y fácil como el status ideal para conseguir la felicidad. Contemplamos, tristemente, algunos estudiantes que desde los inicios de su carrera universitaria buscan el negocio, la mafia de los exámenes, el facilismo de aprobar la materia sin ningún esfuerzo, vicios que repiten posteriormente cuando más tarde se vuelven profesionales y en consecuencia ¿qué tenemos?...
Debemos recordar que este modelo capitalista no espera que usted se desarrolle, sino que siempre sea un mediocre, porque eso es lo que precisamente le permite mantener la relación de bienestar para pocos y pobreza para muchos(lo que ellos llaman “progreso”) y esto ha quedado perfectamente comprobado durante el transcurso de la historia de nuestros pueblos, de esta forma este capitalismo podrá seguir sosteniendo su modelo de producción y la cantidad de mano de obra barata que necesita para seguir manteniendo su poder.
En este modelo capitalista, el ser humano está esclavizado a consumir lo que producen los países mal llamados desarrollados, se es esclavo de la tecnología, estamos a la completa disposición del comercio. Somos y valemos por las cosas que tenemos, lo superficial, lo superfluo toma fuerza. En conclusión, pudiéramos establecer la siguiente ecuación: Capitalismo --> Cultura del egoísmo --> Progreso Económico para unos pocos. Por lo tanto, esta cultura del egoísmo se convierte en un enemigo potencial del desarrollo integral de nuestros pueblos. En otras palabras lo anterior representa a una Cultura vs Desarrollo. Esperemos que ésta no sea su opción.
Por otro lado, nosotros proponemos un proyecto de país que, en contraposición al modelo capitalista que promueve su cultura del egoísmo, está dirigido por un modelo socialista que promueve la cultura del amor, que busca implementar el amor en todos los espacios: el amor a la familia, el amor al trabajo, el amor al estudio, el amor al servicio, el amor a la naturaleza, en fin el amor a todo lo que somos en colectivo. Nuestro modelo ofrece establecer una escala de valores en donde los derechos, el respeto, la responsabilidad, la igualdad, la solidaridad y la sensibilidad social tengan cabida, dignificar la vida, humanizar la ciencia y la tecnología, el encuentro con el desarrollo integral en donde la tecnología esté a la disposición y sea para beneficio del hombre y no el hombre esclavizado, a la disposición de la tecnología. Es decir, un modelo que promueva una Cultura hacia el Desarrollo!....
El amor es un sentimiento, un elemento tan imprescindible para nuestro organismo, como el agua, el calor y el alimento. No es una afirmación personal, es una teoría dicha, con otras o las mismas palabras, por sicólogos y especialistas de la salud mental. El amor produce bienestar, indispensable, para el desarrollo íntegro del ciudadano ideal, generando una satisfacción profunda y plena lo que significa un estado absoluto de felicidad.
No planteamos que tener riquezas este mal, el dinero permite cubrir nuestros requerimientos de alimentación, vivienda y otros aspectos; por lo que, sería absurdo cuestionar su existencia. Sin embargo, no debemos permitir que lo anterior justifique los medios que emplean muchas personas para obtenerlo, llevados por esta cultura del egoísmo que nos han impuesto durante muchísimas décadas. Y sí, tenemos una posición en contra: en contra de las guerras alentadas por países fabricantes y vendedores de las armas, en contra de la explotación del hombre por el hombre, en contra de la desigualdad de oportunidades, en contra de la manipulación de los medios de comunicación masivos.
Lo que realmente solicitamos, sean cuales sean nuestras creencias políticas o religiosas, es asumir, de una vez, nuestra obligación moral, nuestro compromiso tan urgente con este proyecto de país que todos necesitamos ver. Acabemos con la cultura que nos impone los paradigmas, las falsas creencias como: “No, usted no es honesta, es sólo que SU PRECIO es demasiado alto”, “nadie es honesto”, “todos tenemos un precio”….
Esta no es una lucha fácil, pero ya la hemos comenzado, tenemos muchísimo más de cuarenta años creciendo y formándonos bajo este modelo neocolonial. Ni trece, ni veinte años serán suficientes, hace falta toda una vida para romper con los esquemas de la cultura del egoísmo e implementar definitivamente la cultura del amor. La buena noticia es, que ya estamos en el camino y necesario es continuar en él… Por eso, hago un llamado a los comprometidos, a todas aquellas personas que “No Tienen Precio”, pero que Sí tienen Muchísimo Valor!!!.......
Los revolucionarios somos pocos
en el mundo (eso dicen),
pero y cómo le echamos broma a los imperios!....
Todos los animales tienen su función en la naturaleza,
hasta las culebras y las moscas tienen
su razón de ser en el importante equilibrio ecológico....
A excepción del hombre, quien es el único animal,
que mata o destruye por ambición o placer.....
El planeta, está expuesto a tanta barbarie,
consumismo, explotación y guerras sin sentido,
producidas por la cultura del egoísmo que
los revolucionarios venimos a dar
ese equilibrio humano fundamental
que nuestro planeta necesita
para poder sobrevivir.....