Coleccionando disparates de oposición i otros recuerdos

       Entre los disparates que produce con frecuencia esta oposición antichavista e irracional, se cuentan muchos libros de los que solamente hai que ver la portada, la editorial i los autores, para imaginar el contenido. Hacer lista i comentarios, es tarea imposible porque implicaría perder miserablemente el tiempo, aunque algunos adefesios como los de Manuel Caballero, se hace necesario comprarlos i leerlos a saltos, como es el caso también de la obra de Carmona Estanga, en referencia a su breve reinado como Pedro I El Breve, o alguna obra de Historia Viva de Olavarría, cuando en largos artículos expresaba su amor i admiración a Hugo Chávez, después de publicar páginas enteras en El Nazi-onal. Ayer, sin embargo, cuando con la familia fui al cine (eventualmente lo hago en el Sambil) i entré a la librería Nacho porque mi nieta de 12 años quería buscar un libro; pude ver entonces, la portada de un libro creo que con el título La Enfermedad de Chávez o del Presidente, firmado por una tal Barrera o Barrientos (no recuerdo) i el mafioso de Fausto Massó. En cartulina satinada había cuatro caras del Comandante, en los primeros días del post operatorio i el tratamiento con quimio i radioterapia, con caída total del cabello, pero poniéndolas en ciertos ángulos de inclinación que, la última más parece un cadáver que una persona viva. Un “mensaje” gráfico que ha quedado desvirtuado i como una vana intención mafiosa, propia de mafiosos. Estos gaznápiros, jamás han leído a José Ingenieros, quien nos dijo: “De siervos es mentir, de libres, decir la verdad”. ¿Cómo vitar que semejantes mediocridades, puedan pensar bien i dejar de mentir?

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     La oposición debe estar esperando con ansias que, ahora, cuando la señora María Machado ya no va a ser la Presidenta que derrotaría a Chávez i le llevaría al norte para presentarle al ex presidente Bush Jr., −el que le elogió su rodillitas−  para  enseñarlo a ser demócrata al estilo Reagan i de su padre, el hijo del humanista abuelo que negociaba con Hitler, para que dedique todo su talento a escribir un libro sobre El Capitalismo Popular, ya que la ex ministra del Reino Unido Margareth Tatcher todavía la puede asesorar a exponer el disparate, porque entre nosotros, el Teochoro Fracaso Petkoff (que nunca fue verdaderamente hombre de izquierda)  no la veía como “candidataza”, i ya no le quedan bríos sino para inventar mentiras con el nombre de Bocanegra, o su equivalente de Bocaletrina,  no precisamente por sus letras. Además que aunque usted no lo crea, le tiene el miedo que “hode” a Mario Silva i su Hojilla.

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       Volviendo a lo comentado en artículo anterior respecto a la salud de Chávez, cabe recordar las sanaciones que se han dado en los últimos tiempos entre personajes conocidos, como la presidenta del Brasil, Dilma (democráticamente, nos estamos acostumbrando a tratar con confianza, consideración i amor a nuestros mandatarios latinoamericanos anti imperialistas)  como Lugo el de Paraguay, i recientemente Lula o la bella como mujer i personalidad insigne de Cristina Fernández de Kichner que, aunque salió negativa para cáncer, debe hacerse controles periódicos. Además depende de los tipos de naoplasmas, unos más sensibles que otros a tratamientos. Así debemos recordar que, aunque su tumor en el área genital son de los que mejor responden a la terapia, lo tuvo absolutamente grave, en cuidados intensivos, con delgadez extrema, calvicie total, etc., como le sucedió al campeón ciclista Neil Amstrong, quien tratado i recuperado, fue capaz de ganar el Tour de France, por siete veces, la mayoría consecutivos. Así, si nos tomamos la molestia de indagar científicamente, encontraremos muchísimos casos de curación, después de situaciones extremas. Nuestro presidente está perfectamente fuerte físicamente i estamos seguros, todos los venezolanos que le queremos i admiramos, que regresará pronto a seguir cumpliendo con su patria i su pueblo.

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      I aunque el campo de la política, la medicina i otras áreas sociales han tenido su altos i bajos, cabe comentar con dolor i tristeza, la desaparición de hombres como el Dr. Jesús Ángel Paz Galarraga, insigne médico pediatra i político digno, i quizá con Artega Pérez. Ángel Emiro Govea, Belloso Chacín, Borjas Romero i Medina Acosta, formaba un grupo de médicos adecos, honestos, virtuosos e incorruptibles (aunque usted no lo crea) que aquí en el Zulia sembraron ejemplo. Recuerdo también con afecto i respeto, a mi colega i vecino en el Sector Indio  Mara, a David Chumaceiro, residente en Caracas, pero olvidado de muchos. También de lamentar, o hasta llorar por ella, como lo hubiese hecho mi hermano Armando Jiménez Ortega, otro del grupo mencionado junto a Silvestre Fuenmayor, por la muerte de la primera doctora médica zuliana, Ana María Rodríguez de Borjas en un tiempo; brillante estudiante Summa Cum Laude en Caracas, gineco- obstetra de primera línea,  e hija de un gran zuliano popular i luchador como Chinco Rodríguez, amigo de viajes por la antigua trasandina en ruta de dos días, con Juan José Jiménez, un gran sobrino de mi padre. Ana María i Nora Bustamante Luciani, la segunda médica del Zulia, en sus respectivos campos hicieron historia. Nora se fue a Caracas, i en su labor social, escribió la mejor biografía de Medina Angarita, fue Directora del Archivo Histórico de la Nación, i lamento decir que hace tiempo no sé nada de ella. Esto es la vida.

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Roberto Jiménez Maggiolo


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