La Universidad y la CELAC

Magnífica esta iniciativa de abrir el camino de la integración de los países americanos y caribeños. Quizás los líderes se han dado cuenta que estamos en el umbral de una nueva colonización, esta vez los paquetes financieros serán las armas. Y es que vendrá mucho dinero de Europa y Asia, la inversión será para la producción de alimentos. Los viejos continentes ya no tienen espacio para la producción primaria. Su gigantesca densidad demográfica impide el adelanto de cualquier programa a gran escala para eso. Las miradas están puestas en este lado del mundo. No habrá fuerza que impida el establecimiento de mecanismos destinados a la industrialización del campo, a escalas galácticas. Lo aceptan o lo aceptan. Venezuela en el ojo del huracán. Oh! Divina providencia, no basta llenar el territorio de monumentos hechos de sol llanero, de sal marina, de flores de invierno y verano, que son nuestras mujeres, campeonas planetarias de la belleza; sino que además colocas agua superficial y subterránea en cantidades inagotables, climas y microclimas diversos, relieves propicios para cualquier plan y apenas treinta millones de habitantes. Estamos en lo que algunos llaman una perspectiva de borde. En esta fase entramos o entramos. No se podrá voltear hacia los lados. Para entonces, habrá posibilidad de negociar, de establecer unos parámetros relacionales, de tal forma que juguemos y ganemos. Es posible que la CELAC sea una señal.

Vale la pena comentar lo dicho por algunos que trataron de alejarse de la retórica. Raúl Castro, por ejemplo, dijo que ojalá esto no se quede sólo en nombrecitos y esas cosas. Bouterse, de Surinam, se refirió a esta paradoja, siendo un país de muchas riquezas naturales, los niños no beben leche. Mujica, de Uruguay, el país de la autosuficiencia alimentaria, se mostró convencido que el desarrollo tiene que estar en manos del conocimiento, pero debe ser el construido en ese diálogo universidad-comunidad. Si vemos la evolución histórica de la universidad, nos damos cuenta que los acontecimientos que ocurren dentro de esos espacios han paralizado las funciones históricas que la sociedad le ha asignado. En este momento hay matrices de opinión, ridículas por cierto, de estudiantes y profesores, que subestiman la ineludible y exigente preparación académica de docentes, para el ejercicio de la actividad de aula, de la planeación y de las metas, requisito obligatorio para enfrentar los tiempos. La universidad debe recuperar su rol histórico: el diagnóstico y solución de los grandes problemas del país. Hoy, la educación universitaria debe tener como principal visión ser un espacio de acción social, para lo cual será necesario diseñar nuevas formas de interpretación de la realidad, considerar lo que ocurre en la región, en el país. La universidad tiene que moverse y acercarse más al entorno donde se desenvuelve. Confrontar los saberes con las asimetrías existentes.

El hecho fundacional de la CELAC debe ser aprovechado para el lanzamiento del proyecto alimentario nuestro. Pero es necesario que la universidad esté presente. Es el momento de la Universidad Agroalimentaria, que estaría situada en el Oeste del Estado Monagas, y abarcaría el municipio Freites de Anzoátegui, esto porque ahí se ubican las mesas La Tigra,

La Leona y La de Santa Bárbara, donde puede experimentarse con la siembra de la soya, ya comenzada en la Mesa de Guanipa. Debemos hacer de los lugares nombrados las planicies esmeraldas, con un cultivo de gran rendimiento y excelente valor nutricional y de gran demanda en los mercados internacionales. Tenemos un socio cercano, Brasil, donde hay grandes avances en la ganadería, con ecuaciones de investigación y extensión liderizados por los sectores universitarios. Tienen promedios de 70 litros/día de leche, nosotros no llegamos a 10. El gobierno debe llamar a las universidades, a todas, y responsabilizarlas de estas tareas. Conviene mencionar que los dignatarios, del CELAC, coincidieron en una definición: Educar para la sustentabilidad y se refiere, tal es el criterio de la UNESCO, a aprovechar los recursos del presente de modo eficiente tal que las generaciones venideras también vean satisfechas sus propias necesidades. Pero esta noción va mucho más allá. Contiene los importantes aspectos de las relaciones sociales y la subjetividad humana. Poner en movimiento estas dos claves trae consigo cercanías y distanciamientos, pero es indispensable buscar la zona de convergencia, sin la cual la vida en el planeta estaría en riesgo, sobre todo si se acepta la idea según la cual en 50 años casi todo habrá cambiado, como derivación de los avances tecnológicos, los cambios políticos y la presión demográfica. Está claro que para nosotros, los de este hemisferio, las cosas serán aún más difíciles como consecuencia de nuestro modo de pensar positivista. Nos han hecho creer que la comprensión del mundo es el modo occidental de entender el mundo, y que fuera de estos escenarios, los del dominio de la ciencia, no hay posibilidades, por lo tanto los usos, prácticas, comportamientos de las comunidades están invalidados. Por supuesto que no es cierto. Esta sustentabilidad de la que hablamos tiene que ser definida utilizando otros enfoques, alejados del tipo de desarrollo etnocentrista. Que incluya el confort y la mejor calidad de vida, en equilibrio con la naturaleza. Debe contener componentes como el del decremiento sereno y la felicidad de la sobriedad (Latouche).

 pytriago@hotmail.com pedytriago@gmail.com http://bloguay.com/lasustentabilidad/-presentación-la antepenúltima aventura



Esta nota ha sido leída aproximadamente 1793 veces.



Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter