Odisea para hacer un mercado en Revolución

Quién siente los efectos de la burocracia y la ineficacia que existe en muchos de los Ministerios y dependencias del Estado, ¡Somos nosotros!, los de abajo en la escala de la sociedad de iguales que busca crear el proceso revolucionario, ya no es que uno esté por debajo de la clase media y la alta sino que ahora también uno sienta que está aún por debajo de la clase revolucionaria y les diré por qué.

Donde más le pega a uno los niveles de explotación y especulación es en el estomago, yo que en nada percibo salario alguno de parte del Estado porque para nada dependo de ello al no trabajar en ninguna de sus Instancias, ni en la más mínima que sería por ejemplo un Consejo Comunal por decir algo, sino que uno que va sobreviviendo como se pueda, salgo cada semana con mi esposa a ver cómo hacemos para que podamos juntos llevar alimento para alimentar amorosamente cuatro personas; todas éstas que apoyan este proceso revolucionario, y yo en especial que desde aquel “Por ahora” nunca he dejado de apoyar el Comandante Chávez, votando por el proceso más de 12 veces. Entiendo que una revolución pacífica no es fácil ya que si fuese por las armas muchas cosas no estuviésemos sufriendo, pero se ha demostrado al mundo que es posible hasta dónde se pueda impulsarla en una auténtica democracia.

Ahora vayamos a lo real, allí en el día a día. Recuerdo que hace 6 años o más cuando se inició los operativos de Mercal, la venta de alimentos a precios solidarios, mi salario alcanzaba para mucho, el ahorro era de un 50% y aunque no ganaba, como gané después, era una fortuna. Después Mercal se fue expandiendo por el país hasta hoy que se institucionalizó.

Qué ha pasado después, uno va a un abasto Mercal, cosa que aquí donde vivo y me reservo decirlo, para que no me señalen de Quinta Columna, los abastos Mercales desaparecen, hasta sus operativos; alguien se preguntará el por qué, sencillamente porque desde hace algún tiempo hay una modalidad extraña que está mermando la confianza en la adquisición de los productos por parte de la política popular de este mercado; esa modalidad es las compras condicionadas.

Vaya usted y pida que le vendan en un abasto mixto, es decir, productos mercal y productos de marcas comerciales y le dirán: “Para que usted se lleve ese kilo de azúcar mercal, o de leche, por solo nombrar éstos dos, tiene que comprar un producto regional, de vaina no te dicen, ¡Un producto Polar!. Pregunto entonces ¿A qué se debe tal condición?, te informan los vendedores: “Porqué es una obligación que nos imponen en los centros de distribución de Mercal en Mampote, no sé dónde carajo es eso.

Allí le dicen a los vendedores que para llevarse tantos kilos de leche, de azúcar, de aceite y no sé qué más están en la obligación de llevarse bultos de zanahoria y de ciertos rubros que en sí los vendedores no expenden, que obligados compren bultos de productos regionales –creo que regulados- que va desde café, sardinas, atún, salsa de tomate, etc. El problema es que los vendedores me dicen que se les va sus ganancias y dinero comprando obligatoriamente los productos regionales, y esa misma política ellos para salvar la inversión la aplican a los consumidores finales, entonces nosotros ya cuando tenemos que comprar un kilito de leche, a la vez te ves en la obligación de comprar uno o más productos regionales como por ejemplo la salsa de tomate que te vale 12 Bsf cuando en el Central Madeirense la consigo en siete, otra cosa y lo juro por Julio Borges a que no se le caiga más el cabello, que jamás volví a ver en un abasto cuasi Mercal donde vivo, ni en PDVAL o en un Mercal de esos que salen por el Canal 8 cuando Chávez los inaugura, la famosa leche Mercal.

Imaginase, y lo he visto, una persona que solo tiene para ese momento 08 Bsf para comprar un kilo de leche y le dicen que no se la pueden vender sino adquiere una salsa de tomate que te cuesta 12 Bsf, ya eso suma 20 Bsf y la persona no los tiene. Que queda entonces, lo que mi esposa y yo hacemos porque sino nos morimos en revolución de hambre. Salimos de nuestra parroquia, dejando congelados los pocos productos mercal y PDVAL allá en los estantes junto a los productos regionales ha hacer un Tours alimenticio por Caracas.

Primero llegamos a la Urbina, al Plan Juárez, allí compramos un Kilo de sardinas ya limpias para milanesa que nos sale 10 Bsf, comenzamos hurgar y encontramos productos comerciales regulados, pollo, carne molida, azúcar, entre otras cosas sin ventas acondicionadas, salimos y más abajo ya media bolsa de mercado llena, llegamos al Central Madeirense, allí llenamos la mitad de la otra bolsa más la mitad de otra, compramos papel higiénico que llamo de calidad Chavista porque 4 rollos sale a 3 Bsf, buscamos con lupa el precio más bajo en alguna carne, más allá nos alegramos cuando vemos medio cartón de huevos económico, la salsa de tomate a 7 Bsf, pero brillan por su ausencia el aceite, y si en el Plan Juárez no encontramos el azúcar la adquirimos allí.

Con dolor compramos el kilo de leche a 20 Bsf, de repente el mercado se las ingenió y conseguimos medio kilo de leche a 10 Bsf, ¿Cuántas leches de Mercal salieran con 20 Bsf o 28 Bsf? ¡Tres kilos! Por lo menos. Después ya con dos bolsas de mercado llenas y pesadas nos dirigimos nos dirigimos al PDVAL de San Bernardino; allí con la esperanza de comprar un kilo de carne de esa que la caja dice un precio inferior por kilo pero te clavan a 30 Bsf y a veces nos llega a 45 Bsf. porque la bendita carne te la venden congelada, nunca he sacado la cuenta dentro de esos 45 Bsf. cuánto compré de hielo.

Salimos después de una inmensa cola porque a veces escogemos la cola de pocos productos ya que cuando miramos los demás carritos; la mayoría se van llenos porque gran parte de consumidores y sin control alguno se llevan 8 aceite, 30 kilos de carne congelada, 20 paquetes de pastas, 4 bolsas de leche, etc, etc. Pagamos pidiéndole al cielo que no nos salga más allá del presupuesto. Salimos y nos vamos con más peso a un lugar donde venden los vegetales en San Bernardino o cerca de la Avenida Urdaneta, allí es que compramos todas las hortalizas, frutas y verduras, agradeciendo al sitio porque tienen una sección donde van apartando unos rubros que están a punto de vencerse pero escogiéndoles bien no es así y nos ahorramos bastante.

Después llegamos a Petare y en una charcutería que no roba tanto compramos queso y mortadela y por allí rematamos comprando a los camioneteros 15 plátanos maduros por 10 Bsf, un kilo de yuca por el mismo precio sin contar los 3 melones si corremos con suerte de conseguirlos a 3 por 10 Bsf.

Lo cierto es que cuando llegamos a casa sacamos la cuenta del mercado completo: Pollo, carne, leche, arroz, café, azúcar, aceite –cuando se consigue a 8 Bsf porque los buhoneros no se dónde los consiguen los vendes a 15 Bsf y más- pastas, sal, azúcar, carne vegetal que para que nos alcance con la carne, vegetales y más llegando a 350,00 Bsf, un mercado que muchas veces nos alcanza más allá de la semana.

Me siento con mi mujer y le digo, “Te fijas que si la mayoría de estos productos fuesen totalmente de Mercal sin el acondicionamiento en la venta nos saliera la mitad de todo esto, pero la realidad es otra y creo que en algo la oposición tiene mucha razón y nadie los escucha de lo que llega una cesta básica, claro, esto es muy relativo porque está la otra historia de como el venezolano derrocha el dinero por no hurgar en los precios y bandearse con los productos regulados. Por lo menos en eso les doy la razón a la oposición pero como ellos quieren culpar a Chávez de todo entonces su denuncia y cierta contraloría no se hace efectiva.

En estos días el Ministro encargado de la alimentación del país salió diciendo que el todos los mercados estaban abastecido de todos los rubros de Mercal y PDVAL, ¡Mentira! Porque no sabe Chávez cuánto parimos para conseguirlos. Será que en la casa del Ministro y de toda su cadena de mando habrá de todo pero en los almacenes porque los rubros más importantes y básicos uno no los ve desde hace meses, en especial cuando la oligarquía los esconde y no se encuentran es peor.

Creo que al Presidente lo tienen engañado porque supe que este Ministro habló que tenía toneladas de leche pero en los galpones y no los sacó a tiempo; quién sabe que de alguna manera alguien hace su guiso económico reteniendo la producción en galpones y lo más lamentable es que con el estomago del pueblo no se juega.

Sabe usted querido lector dónde yo veo por paquetes la leche desaparecida de Mercal, es en los almacenes de alimentos de los comedores populares; allí nunca falta. ¡Qué extraño!.

Le decía a mi mujer que en donde vivo se cuenta con 30 ó más comedores populares sin contraloría alguna, no debería de ser así porque quiénes son los que más se benefician de éstos Comedores: Los malandros, les diré por qué: Viví en la casa donde la dueña trabajaba en una casa de alimentación como así se le llaman; todos los días al mediodía veía en la cola las mujeres de los malandros del sector; el marido de éstas no trabajan sino que mantienen en zozobra el sector, pero eso sí, al otro día estaba a su merced la comidita cuando estas casas de alimentación fueron creadas para las familias más pobres y decentes.

Si uno le hiciese una contraloría a cada uno de estas casas de alimentación estoy convencido de que el guiso es mayor; desvío de alimentos hechos a casas donde no pasan hambre, o rubros a los abastos y hasta el sostenimiento de un comedor particular. Porque es arrecho acabar con la cultura de la viveza aún de nuestros camaradas.

Así una revolución no avanza porque siempre hay personas que quieren beneficiarse indecorosamente con el sacrificio que el Estado hace para que todos seamos alimentados, educados, culturizados, etc, etc. Pero denuncie uno esto y seremos tildados de exagerados y escuálidos.

El Presidente debería de meterle la lupa a todo el subsistema de los almacenes y proveedores de los productos del Estado y los regulados y se va a dar tremenda sorpresa. Mi mujer me dice siempre: “Yo apoyo a Chávez, pero no es justo que esta situación persista”, uno se siente impotente porque cuando vemos a Chávez con esa alma esperanzada de que nos desarrollemos, parece que no se da cuenta de todo esto.

Me duele cuando uno de los dueños de abasto medio mercal me dice que cuando ellos reclaman de la imposición de productos más caros a vender, le dicen: “La orden viene de arriba”, es decir culpan a Chávez; qué se entiende por esto: “Que Chávez de alguna manera está ganando dinero con la necesidad del Pueblo”, ese es el mensaje y ojalá esté equivocado.

Chávez siempre podrá contar con mi voto porque a pesar de todo esto mi mujer y cuñada se resignan y que todo mejore, con lo que compramos y ese Tours fastidioso y pesado en cargar bolsas a distancia de donde vivo, soportando las colas, el trafico, agarrar el Metro, después el autobús, es fuerte, pero vale la pena el sacrificio porque jamás en mi vida he comido tan rico, tan a la Criolla y a la Europea gracias a ellas que hacen maravillas con un mercado de 350 mil bolívares semanal.

En otro sentido he aprendido muy bien a observar a los consumidores y haciendo referencia a lo qué me salió en dinero el mercado anterior, me quedo perplejo como los de mi clase derrochan el dinero sin medir los precios de las cosas que compran, por ejemplo una familia sale de un mercado normal con 20 bolsitas de cosas y sacando la cuenta llegarían o pasarían el millón, pero qué es lo que llevan, nada que de verdad los alimenten, mientras vemos a otros consumidores que por no saber comprar, por no comparar precios y ser estratégicos en la compra apenas llevan menos de lo básico conformándose en sus hogares con alimentarse diariamente de arepa con mortadela, arroz con sardina y chuchería, claro no son todos.

Hicimos un análisis de lo que en un barrio la gente consume y es eso, porque nunca falta el arroz, la harina y la sardina en los mercales, tampoco la mortadela, parece que el Estado solo quiere eso en la cesta básica tal vez porque somos pobres y de mal comer. No sé pero la realidad habla por sí sola.

Juliocesar1221 gmail.com


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Julio César Colmenares

Comunicador alternativo.

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