Alquimia Política

El contador público y la sociedad

La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999), establece en su Artículo número 1, los fundamentos morales de un país inmerso en una real y contagiante revolución; donde la libertad, la igualdad, la justicia y la paz internacional, son valores consagrados en la misma, formando parte de la histórica y coherencia revolucionaria del Libertador Simón Bolívar. Una postura dirigida a fundar en su momento la libertad política y la democracia, la justicia económica, el igualitarismo social, la unidad jurídica y el progreso cultural, sintetizada de manera magistral por el propio Bolívar: “...la independencia en el más alto sentido de esta palabra, sustituida a cuantas dependencias antes nos encadenaban.”. Esta independencia política lograda por el Libertador en el siglo XIX, viene seguida hoy en día por la revolución económica, socialista y anti-imperialista del siglo XXI, la cual exige a cada venezolano de acuerdo a su capacidad y que ofrece a cada quien de acuerdo a su necesidad; en este contexto se presenta el nuevo profesional universitario. Se ahondará en estas líneas, un tanto en esa relación de responsabilidad y de ética que entre la sociedad y el licenciado en Contaduría Pública, existe. 

Es de vital importancia que el contador público en la dimensión del desarrollo teórico-practico de su profesión, adquiera valores y reglas de conducta anexos a la actividad contable, mostrándose como un individuo capaz de aportar por medio de sus comportamientos, enseñanzas y albores de crecimiento a la par con la profesión;  De esta manera se generara un claro respeto por la contaduría. 

De esta manera, la sociedad ha reconocido la importancia del contador en el normal desarrollo de sus procesos, abarcando no solo la parte estructural encaminada desde lo técnico contable, sino que el ser social se identifique con el contador, gracias a la visión de ayuda  y mejoramiento oportuno de la calidad de vida del hombre integrante de la comunidad. La responsabilidad indica que todo acto exige la obligación de responder por él, lo que equivale a que las conductas de quienes actúan en cierto medio serán evaluadas conforme a las normas que regulan su ejercicio.  El principio de responsabilidad exige ante todo desempeño cabal y óptimo. 

En este sentido, la contabilidad se encuentra conformada por principios y normas contables cuyo objetivo principal es la confiabilidad y la verificabilidad, pero realmente se muestra todo lo contrario, creatividad a la hora de mostrar Estados Financieros con el fin de dar a conocer su gestión durante un tiempo determinado sin pensar en las posibles causas que conlleva. A partir de ello se conceptúa que la disciplina contable contrae una responsabilidad con la empresa, con los usuarios, con las directivas y la sociedad en general. Las empresas grandes separan la propiedad y la gestión de las corporaciones, obteniendo así mayor confiabilidad a la hora de brindar resultados reales. 

En algunos casos el contador es directo responsable, pero la aplicación de sus conocimientos no son delito para el manejo técnico, pero si afectan la moralidad individual, generando incertidumbre en torno a su capacidad ética y moral, allí si hay infracción. La ética se muestra en el comportamiento o responsabilidad de cada persona, frente a hechos o acciones en una sociedad.  Es un saber diario que todos en algún momento ejercitamos. Se resalta lo importante para el contable de adquirir compromisos con la sociedad y de aplicar en su carrera la ética profesional. El contador debe encaminar sus pensamientos a una percepción macro de los beneficios futuros de aplicar proyectos sociales.  Con la expresión responsabilidad social, se alude a la obligación que el profesional contable tiene que asumir las consecuencias del desempeño de su trabajo en el contexto social. 

En una palabra, la disciplina contable se ha encontrado en una balanza ubicando los intereses de la ética- verdad y el desempeño profesional.  Dentro de las cualidades de la información contable encontramos la verdad, pero una verdad exacta en cuanto a la utilidad de los usuarios y verdad con un grado de exactitud, para brindar mayor certeza, para ser eficientes en la consecución de objetivos. 

ramonazocar@yahoo.com.ve



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Ramón E. Azócar A.*

Doctor en Ciencias de la Educación/Politólogo/ Planificador. Docente Universitario, Conferencista y Asesor en Políticas Públicas y Planificación (Consejo Legislativo del Estado Portuguesa, Alcaldías de Guanare, Ospino y San Genaro de Boconoito).

 azocarramon1968@gmail.com

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