Cuando se corrige para peor

Recién ayer me entero que el Comité de Redacción del diario Independencia 200 publicó el/16/2001 en aporrea.org una elegante, amable y tolerante explicación a un error observado por mí en su publicación resumen del año 1815. Se trata, según explican, de un error de redacción que se subsanará a través de una fe de erratas que se publicará en nuevas reimpresiones. Esta dirá lo siguiente: donde dice “Hace un año le tocó vencer al enemigo Vicente Campo Elías en La Puerta”, debe leerse:: “Hace un año le tocó combatir al enemigo junto a Vicente Campo Elías en La Puerta”.


Ahora bien, el problema está en que Vicente Campo Elías y José Félix Ribas no coincidieron en ninguna de las tres batallas de La Puerta que se conocen en la historia venezolana: En la primera (3/2/1814), participa Campo Elías; pero, no José Félix Ribas. En la segunda batalla (15/06/1814), pudo haber participado José Félix Ribas; pero, no Campo Elías que para esa época ya había muerto. Y en la tercera batalla (1818) –que algunos historiadores dicen que se denomina incorrectamente La Puerta- no participaron ninguno de los dos porque ambos habían muerto. De las tres batallas, en la única en que cabría la posibilidad de que participaran juntos, pues ambos estaban vivos, era en la primera Batalla de La Puerta. Pero no he conseguido entre el material que tengo a la mano ninguno que lo confirme: Ni las cartas de Bolívar, ni los trabajos de Blanco-Fombona, ni la Historia de Venezuela de Siso Martínez, ni la biografía de José Félix Ribas de Juan Vicente González, ni el Diccionario de Historia de Venezuela de Polar, ni las notas de Mijares, de Uslar Pietri, de Picón Salas. Por el contrario, hay indicios de que no estuvo allí: Siempre se menciona que Campo Elías fue derrotado en La Puerta. No dicen que Campo Elías y Ribas fueron derrotados en La Puerta. ¿Por qué Campo Elías debía asumir él solo la derrota si participaron los dos? Esto es menos comprensible si sabemos que el de mayor rango era Ribas. Parece ser que Ribas se encontraba en Caracas en dónde, por instrucciones del Libertador -dadas al conocerse la derrota de La Puerta-, se ocupa en reclutar a estudiantes y seminaristas que luego participarían en la Batalla de La Victoria.


Es decir: No hay error de redacción alguno sino simple ignorancia. Además, un error de redacción se produce cuando la interpretación de una oración o de un párrafo es distorsionada por la mala ordenación de los términos que la componen y no porque se dice otra cosa con otras palabras, como sucede en este caso.


Todo esto me obliga a retomar la conclusión inicial que formulé en mi primer artículo: “Concluí que se trataba de algún infame resumen hecho por algún mal estudiante”. Pero, como en realidad esta conclusión no es tal sino una hipótesis no confirmada, me veo obligado también a hacer un esfuerzo para abonar elementos que la demuestren. Veamos:


1. Buscando en internet la asociación “José Félix Ribas”, “Campo Elías” y “La Puerta” me consigo con la siguiente sorpresa: Decenas de páginas web tienen el mismo error que el artículo de Independencia 200: Campo Elías fue vencido por Ribas en La Puerta. Incluso una de ellas va a más: “Venció en La Puerta a Vicente Campo Elías (1814), al frente de un grupo de estudiantes de la Universidad de Caracas y del Seminario”. http://www.biografo.info/biografias/ver/35642/Jos-Flix-Ribas Es decir, es un error común en la web que, el diario Independencia 200, en lugar de rectificar, ratifica.


2. Buscando en el Diccionario de Historia de Venezuela creo descubrir el origen primigenio del error:  En la biografía de José Félix Ribas se afirma: “Después de haber vencido a Vicente Campo Elías en La Puerta (3.2.1814), José Tomás Boves organizó 3 columnas; una (Francisco Rosete) marchó a Caracas por los valles del Tuy; otra (Francisco Tomás Morales), por La Victoria se dirigió hacia Caracas; la tercera quedó en Villa de Cura como reserva. De Caracas se dirigió Ribas a La Victoria donde derrotó a Morales…” . Como se ve, alguien entendió, por un problema de deficiencias de destrezas lectoras e interpretativas, que se referían a Ribas cuando es evidente que se refieren a Boves. Esta primera persona redactó una biografía de Ribas con ese error y la colocó en la web. El mágico sistema de copiar y pegar hizo el resto y generalizó el error.


3. Reflexionando sobre este asunto, ahora concluyo, sólidamente, que quien redactó la nota de Independencia 200 no sé tomó muchas molestias y directamente copió una información errónea, sin hacer ninguna evaluación crítica de la misma. Ya esto por sí mismo es un error grave. Pero, habría que sumarle que quien redactó la nota para el diario no tenía idea de quién era Campo Elías porque de tenerla hubiese entrado en cuenta de inmediato en la incongruencia de que se le sumase a Ribas como victoria la derrota de un compañero de causa.


4. Pero, en este punto, me consigo con otras dudas y opciones: A. La dirección del diario Independencia 200 no revisa el material que se publica y, en consecuencia, errores de este tipo circulan a sus anchas. B. La dirección del diario hace su trabajo de revisión; pero, no tiene criterios ni formación que le permitan discriminar los errores. C. La dirección del diario entiende que lo importante es hacer el aguaje, el alboroto, el espectáculo de conmemoración de los 200 años, independientemente de que lo que se publique sea impreciso, banal o falso.


Aspiro a no tener que escribir más sobre este incidente. Sólo quiero decir que la idea me parece genial, que puede hacerse a través de ella un extraordinario trabajo pedagógico y concientizador, que es una oportunidad para afianzar sólidamente las ideas de transformación revolucionaria y darle carne y espíritu a la esperanza de nuevos tiempos. Por otra parte, hay aciertos que hay que fortalecer. Por ejemplo, la diagramación luce impecable desde el punto de vista estético: atractiva, fresca, colorida, diversa, ágil. La edición -que supongo en centenares de miles-  llega a todo el territorio nacional. Recorrer doscientos años de historia venezolana en pequeños tramos diarios hace posible, en términos colectivos e individuales, una revisión de conocimientos e interpretaciones en contraposición a la presentación del mismo contenido en un libro de centenares de páginas que, a su sola vista, puede lucir disuasivo a la intención de leerlo. No conozco ni de referencia a los integrantes del Comité de Redacción ni he buscado información sobre ellos porque no he querido contaminar mis opiniones, a favor o en contra, en función de razones diferentes al producto de su trabajo que muestra el diario.


Pero también me duele que se derroche el dinero y, más aún, que no nos importe; que no se acuda a tantos venezolanos de avanzada, preparados en esta área, que pueden hacer un excelente trabajo. Compañeros, se trata de ser, no de parecer. O, como decía Russell, la mejor manera de parecer honesto es siendo honesto. Lamento si algún adjetivo pueda sonar excesivo o injusto; pero, quizás contagiado por los jóvenes españoles que han reivindicado el derecho a la indignación, siento también que, en estos casos, indignarse, además de un derecho, es un deber.

rhbolivar@cantv.net



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Rafael Hernández Bolívar

Psicología Social (UCV). Bibliotecario y promotor de lectura. Periodista

 rhbolivar@gmail.com

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