Entérense, la Asamblea Nacional no es un estudio de Globovisión

Los diputados de la oposición venezolana comienzan a darse cuenta que no
son tan inteligentes y cultos como ellos mismos se creyeron,
influenciados por uno medios de comunicación que así los mostraron por
mucho tiempo. Los diputados chavistas, a los cuales los mismos medios
mostraron como “brutos e incultos”, han barrido el piso con ellos,
ridiculizándolos a más no poder.

Esos “cultos” diputados opositores más pronto de lo que pensaban se han
tenido que enfrentar a la dura realidad de sus carencias. La dura
realidad les está mostrando que en la Asamblea Nacional no es igual a los
estudios de Globovisión donde periodistas de pacotilla hacen preguntas
fáciles y acordadas previamente.
No hay estrategia, no hay coordinación en la bancada opositora. Lucen
como una manada de loquitos tratando de figurar individualmente sólidos,
permítannos ejemplificar estas afirmaciones.

Ahora, si nos quedamos en las afirmaciones que acabamos de exponer
estaríamos cayendo en el mismo terreno del escualidismo, permítanos
entonces, amigo lector, para evitar esa práctica irresponsable, exponer
algunos ejemplos que confirman lo dicho.

No se necesita ser un estratega político de alto nivel para saber que
si la oposición quería hacer una defensa (aunque sea demagógica) de los
trabajadores venezolanos, lo lógico era que recurriera a designar como
orador a un diputado que no hubiese estado ligado a mafias sindicales o
que hubiese actuado en el pasado en contra de los intereses de los
trabajadores.

Pero, ¿A quién seleccionó la bancada opositora para esta tarea durante la
interpelación de los ministros del Gabinete Social? ¿Quién fue el
encargado de mostrar el gobierno de Hugo Chávez como enemigo de la clase
obrera? ¡Quién el encargado de solicitar aumento de sueldos, pensiones y
tickets de alimentación?
Con toda responsabilidad afirmamos que el menos indicado… Alfredo Ramos.
Sí señor, nada más y nada menos que Alfredo Ramos. ¿Será que no había más
nadie o será que son estúpidos?

Alfredo Ramos defendiendo los trabajadores es el símil de un pederasta
proponiendo una ley de defensa de niños y adolescentes.
Ese diputado que en el 2001 acusó a Carlos Ortega de ladrón, terminó
siendo su aliado y junto a él y Fedecámaras montaron un paro petrolero y
patronal que terminó costándole el puesto de trabajo a miles de
venezolanos.

Es público y notorio que Alfredo Ramos propuso que los “patrones
patriotas que luchaban contra el régimen de Hugo Chávez” no le pagaran
salario alguno durante el paro petrolero y patronal a sus trabajadores.
¿Cuántas penurias sufrieron millones de humildes trabajadores por las
acciones de Alfredo Ramos y sus secuaces?
Cómo puede explicarse que siendo Alfredo Ramos uno de esos “dirigentes
obreros” que vive muy cómodamente sin jamás haber trabajado, sea
seleccionado para salir defensa de los trabajadores. Definitivamente, son
imbéciles o creen que el pueblo lo es.

Ahora, no termina allí la torta puesta por los diputados en los primeros
debates de la Asamblea Nacional. Apenas habían transcurridos minutos del
torpe discurso de Ramos en “defensa” de los trabajadores venezolanos,
cuando un fuerte grito surgió de la bancada opositora, exclamando: ¡Viva
Fedecámaras!
Se necesitan riñones para hacer eso.
Cierto es que a lo largo de la historia los diputados de la derecha
venezolana han defendido los intereses de Fedecámaras y de la oligarquía
venezolana, pero jamás lo habían expresado con tanto descaro en público.

Si querían mostrar su agradecimiento a quienes pagan sus campañas y a
quienes ponen los medios de comunicación a su servicio para
promocionarlos, lo lógico era que lo hicieran en privado; pero a quién se
le puede ocurrir gritar ¡Viva Fedecámaras! justo, cuando se está hablando
de los derechos de los trabajadores y se exige un aumento general de
salarios.
¿Será que son o se hacen?

La última de las acciones “inteligentes” de estos diputados fue negarse a
participar en la sesión de la Asamblea Nacional destinada a conmemorar
los 192 años de la instalación del Congreso de Angostura, con el
argumento de no estar de acuerdo con la designación de Henry Rangel Silva
como orador de orden. .
¡Qué decisión tan inteligente! Repitieron la gesta de John Goicochea y
aquel error que los mantuvo fuera de la asamblea por todo un periodo.

Pronto quedará demostrado que esa es otra decisión estúpida, pues la
coherencia en su actuación los obligaría a retirarse de la Asamblea
nacional cada vez que se invitara a un ciudadano como Rangel Silva. Sería
la manera más fácil de librarnos de su presencia y estupideces, pero
recogerán banderas como ya nos tienen acostumbrados.
¡Qué pronto se están dando cuenta que la Asamblea Nacional no es un
estudio de Globovisión!

arellanoa@pdvsa.com


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Alexis Arellano


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