Como FENASINPRES devino en apéndice ministerial, o como “nadie escarmienta en cabeza ajena”

 La FENASINPRES nació como la alternativa sindical bolivariana a la FAPICUV en el mundo de los Institutos y Colegios Universitarios. Como recordará, nuestro avisado lector, la FAPICUV en los años 2002 y 2003 tuvo una activa participación en acciones en contra del gobierno bolivariano lo que condujo al advenimiento de la FENASIPRES. Este hecho, contó con la simpatía de los sectores progresistas de la educación superior. Años después se escucharon comentarios sobre la Federación: algún ministro, hoy presidente de un  instituto de bienestar social, los calificaba como una organización de “la cuarta” y les preguntaba si su papel era nombrar directivas de los Tecnológicos  o defender los derechos de los profesores universitarios. Algunos directores de tecnológicos los acusaban de presionar para incorporar en los institutos a sus allegados. Uno escuchaba y pensaba, partía de que eran camaradas y de que era posible de que a través del diálogo, de los acuerdos, prevaleciese la unidad en el movimiento bolivariano universitario. Escuche la idea de la creación  de una confederación bolivariana universitaria, en mi ámbito, intente un acercamiento entre federaciones distintas y los resultados fueron nulos. Por poco no salgo linchado.

 Conocí lo real y verdadero, lo acepto, recientemente, para ser más exacto hace un mes. Todo comenzó con la presencia imprevista del presidente de la FENASINPRES en una reunión sindical del Colegio Universitario “Francisco de Miranda”. En ella, Telémaco Figueroa disparaba su verbo para descalificar al presidente del sindicato y casi para exigir su cabeza. Casi establecía la agenda de la próxima asamblea, arrogándose su condición de “presidente”.

 Esa noche nos invito a la marcha Nacional universitaria por la defensa de la universidad democrática. En conversación con los estudiantes consideramos apropiado participar y así fue. Previamente converse con directivos del sindicato obrero y administrativo, les explique que era táctico para nosotros participar y que le dieran licencia a sus agremiados para participar en la marcha. Me expresaron sus diferencias con la autodenominada confederación socialista y que no había problema con la participación de sus agremiados en la manifestación. El día 28 de octubre de este año, movilizamos estudiantes, obreros, profesores y administrativos con una sola consigna: ¡Sede para el Colegio Universitario “Francisco de Miranda”!. Les confieso que cuando llegue a la plaza Morelos ví, con estupor, una flaca concentración bolivariana. Cuyo aspecto cambió con la llegada de más de dos centenares de universitarios miranditas que a la consigna de ¡Sambil, la Candelaria¡ ¡Sambil, la Candelaria! ¡Sambil, la Candelaria!, expresaban su propuesta de que se le cediese esos espacios a su Colegio. Ahora si, llena de pueblo, la manifestación pateo la avenida Universidad. Telémaco, desde el alto de un vehículo, arengaba a unos marchistas que no le pertenecían. Frente al edificio, desde donde trazan la política universitaria el internacionalista y el epistemologo, el grueso de la manifestación se detuvo durante algunos minutos, los mirandistas voceaban consignas por la sede. Si notó, alguno de los presentes, el excesivo celo de la hermana del presidente de la FENASINPRES, luego trocada en directora por la “Gracia de Dios”, de abandonar los predios de la esquina del Chorro. La marcha culminó en la Asamblea Nacional. La denominada Confederación Socialista pidió ser atendida por la Comisión de Educación, igualmente los manifestantes mirandistas exigían participar en la reunión. Así fue, luego de transcurridos unos minutos algunos diputados de la Comisión liderizados (liderados) por la profesora Queipo invitaron a algunos representantes de la marcha a una reunión en el Palacio Federal. Llamo la atención de algún manifestante la conducta inaudita de un miembro de la FENASINPRES, otrora Viceministro del Trabajo, de impedirle el paso a un dirigente estudiantil, cuestión que fue inmediatamente subsanada por la pronta intervención de una diputada.

 Iniciada la reunión con los miembros de la Comisión de Educación el directivo federativo deslindaba la marcha “socialista” de los manifestantes mirandistas, además de pedir cámaras sólo para ellos. Pero lo fuerte del momento  ocurrió cuando el federativo le exigía a la Asamblea avanzar en lo atinente a la ley de universidades y la diputada Queipo les preguntó el por qué no habían traído una propuesta. Raudo un federativo “socialista” se comprometió en llevar las propuestas. Intentaron retirarse, luego de que los escuchamos, y, muy inteligentemente, la diputada les pidió que aguardaran, que saliéramos todos juntos que todos éramos universitarios.

  Pero lo sorprendente no lo han “escuchado” todavía y no me voy a referir a lo que ya es vox pópuli, de que la Federación ha sido incapaz de defender los intereses de nuestros profesores universitarios, de que le ha dado la espalda a sus agremiados. De que no luchó, en su  momento, por la realización de los concursos de profesores, de que se ha mantenido en silencio cuando el Ministro de Educación Universitaria no tomó las medidas para garantizarnos el pago integro de nuestro bono vacacional o de fin de año. No, yo voy a comentar algo, que fue dicho y repetido, que me dejo consternado porque pareciera, que, en verdad, ocurrió. Resulta que durante la manifestación que los mirandistas efectuaron frente la Vicepresidencia de la República, exigiendo sede, dos miembros de la FENASINPRES, el director de Relaciones Internacionales y el otrora viceministro del Trabajo, teléfono en mano, fotografiaban a los manifestantes.

 Hoy, ante la desviación sindical, aberración que fortalece el burocratismo en el seno del gobierno, es  necesario reasumir el compromiso de contar con sindicatos y federaciones que, encarnando los sueños bolivarianos, defiendan los verdaderos intereses de sus agremiados.




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