Carta al Presidente Chávez a propósito de los resultados del 26 de septiembre

"Los malos no triunfan si no donde los buenos son indiferentes”
José Martí

Estimado y respetado Comandante Chávez:

Si la presente misiva le parece insolente, pido disculpas y si la misma contribuye a mi expulsión del PSUV, la asumiré con la disciplina de un revolucionario, no de un NUEVO REVOLUCIONARIO, sino uno de toda la vida. La expulsión la aceptare con humildad y obediencia.

Empezaré por confesarle que para mí era sumamente difícil entender el tipo de proyecto político por Ud. propuesto, ya que los años que me tocó vivir y estudiar en la ex URSS, me ayudaron a entender que una revolución social debe ser violenta, de lo contrario los medios y modos de producción no pasarían de inmediato al Estado y a complementar el nuevo desarrollo socio productivo que demandaría la nueva premisa política en todo su contexto.

En mis humildes reflexiones y análisis políticos (para el año 2001 y comienzos del 2002 era funcionario de la Asamblea Nacional), en las largas discusiones con algunos diputados “comprometidos” con su proceso político, visualizaba que la derecha estaba tomando espacios, y las reacciones por parte del Gobierno que usted presidía en aquel entonces, no tomaba medidas contundentes que permitieran corregir situaciones que inexorablemente, nos llevaban a un Chile de 1973. La escasez político-ideológica de aquellos diputados les impedía visualizar los errores que se estaban cometiendo, o simplemente, no les importaban, incluso, algunos fueron parte de la componenda para la asonada de abril. Mi hermano mayor, Alfredo, sí era parte del proyecto político, yo, simplemente lo miraba desde la barrera, no por comodísmo, sino por impotencia. Puedo incluso confesarle que sólo estuve en una sola concentración durante todo ese tiempo, fue el 11 de abril, que subí a Miraflores dispuesto a defender un proceso que no terminaba de entender, acompañando a mi hermano, compañero de toda la vida a mi lado, siempre juntos desde que formábamos parte de la gloriosa Juventud Comunista de los años 70 y posteriormente, del Partido, en la célula "Humberto Orsini", en nuestra querida parroquia Sucre, donde por 8 años un alcalde sin experiencia política, contribuyó a incrementar los desafueros en nuestra Parroquia (hoy elegido diputado, en unas elecciones internas que quedarán marcadas en la historia política del PSUV).

Desde el fallido golpe de Estado asumí con COMPROMISO un proyecto político que aún me costaba entender, más sin embargo, coadyuve con la formación política obtenida gracias a las escuelas de formación de cuadros del partido Comunista y mis estudios posteriores en la URSS, a visualizar y comprender un poco de qué se trataba todo esto que usted quería hacer por nuestra Venezuela, buscaba entenderlo, quería encontrar la razón del proyecto político que usted quería para todos los venezolanos.

A usted le gustan las anécdotas, permítame contarle una: en mi tiempo de estudiante en la URSS, escribír una carta a mis familiares tardaba un mes en llegar la buena nueva, la repuesta tardaba otro mes, la interacción era de 60 días. Gracias a Dios no teníamos internet, sólo se comenzaba el estudio y desarrollo de los sistemas que hoy permiten interactuar en tiempo real. La falta de tecnología me enseñó el uso de los libros y de visitar a diario las bibliotecas. Me enseñaron a leer.

Han pasado 8 años desde que me uní a su proceso político, he visto muchos cambios en lo social y eso me regocija y me ayuda a continuar. En los proceso políticos eleccionarios en los cuales participé, mi desilusión fue máxima, pensaba que militaba en AD o COPEY, donde los cogollos decidían quienes iban "al baile". Ví compañeros, puedo jurarle por mi vida, que eran comunistas, hombres y mujeres muy humildes, comportándose como adecos y copeyanos, a los cuales tantos criticábamos.

Este último proceso “democrático”, cargado de imposiciones y de candidatos que sólo saben hablar paja en el canal de todos los venezolanos, fue en extremo bochornoso. Mi impotencia llegó a extremos inalcanzables, le confieso que a la hora de votar, le dí mi voto con profunda tristeza, a sus candidatos, más no así, mis tres 3 hijos, los cuales me dijeron de manera tajante: "Papá, esta vez no te acompañamos".Sentí mucha pena por mí, cumplí por disciplina revolucionaria, pero ante ellos quedé mal, ya que siempre les he enseñado que la vida está apegada a las convicciones morales, ellos, mis 3 hijos fueron más honestos que yo, se quedaron en su casa.

Estos resultados, mi estimado Presidente, nos deben enseñar que no podemos seguir comportándonos como adecos y copeyanos. Usted nos dijo que en las listas no podían ir aquellos candidatos que fueron rechazados en el proceso “democrático “ interno, más sin embargo, no cumplió lo dicho, incluyó en lista a aquellos que, incluso, fueron rechazados por el pueblo.

Usted dice que el pueblo es sabio, esa sabiduría que usted tanto replica, debe entenderlo con estos resultados, nos está mostrando que no podemos seguir actuando de esta manera. Dígame usted, Presidente, ¿puedo yo creer en un alto funcionario de su Gobierno de más de 55 años, que veo en una discoteca con una carajita que a lo sumo debería tener 24? ¿para eso es el poder que se lo otorga a los líderes de este proceso, para andar exhibiendo su nueva vida cargada de frivolidades, donde los bienes materiales son la carga elemental y estructural, que los mueve? ¿se las da poder para comprar sexo? ¿Tengo que creer en estos topos de funcionarios, cuando en el canal de todos los revolucionarios me hablan de revolución y humildad?

¡El poder que les ha conferido el pueblo es para revertirlo en esa clase excluida con la cual usted es 100% solidario! Veo con admiración el desprendimiento que usted tiene hacia este pueblo por años marginado, veo con admiración la humildad que usted profesa y su solidaridad con el dolor de nuestro pueblo, más no así de aquellos (con contadas excepciones), que lo acompañan a usted. ¿Quién es el responsable de que las cosas no salgan como deben de salir? Lamentablemente, usted mismo Presidente, su rotación de ministros, o ineficiencia, que es lo mismo, le ha hecho un grave daño a nuestra Revolución, que hoy entiendo un poquito más. La inexperiencia y la estupidez de algunos de sus funcionarios nos está conduciendo, irremediablemente, al desastre. En una oportunidad le decía por esta vía, que cuando escuchaba su programa dominical me sentía reivindicado cuando regañaba a sus ministros por no hacer el trabajo, hoy no me siento reivindicado amigo Hugo (disculpe que lo tutee), hoy siento arrechera, ministro que no hace su trabajo, debe irse de inmediato, sin contar con la cantidad de diputados que nunca pisaron el circuito por el cual fueron electos, pero que usted, de manera sistemática, nos ha impuesto. Dígame con conciencia, Presidente, ¿usted cree que las misiones como Barrio adentro, están funcionando como fueron concebidas? No, ellas no están ya funcionando con la mística y la moral revolucionaria. Hoy, lamentablemente, muchos compañeros cubanos se han adherido a la burocracia venezolana.¡Qué difícil se ha hecho todo con alguno de estos compañeros cubanos ya venezonalizados!¡Qué difícil lograr la atención adecuada con respeto y humildad!

Hoy yo no puedo decir que usted está engañado o lo engañan, hoy sí, gracias a Dios, existe internet, y TODO, TODO es público. Las cartas no tardan, como antes, 60 días, hoy todo lo sabemos en tiempo real, y podemos tomar medidas que subsanen las desviaciones e imperfecciones. Entiendo que usted solo no puede, pero, ¿por qué sigue insistiendo en la cantidad de ineficientes que lo rodean, acaso no se está construyendo un nuevo liderazgo, el cual usted exalta?. Dígame con conciencia Presidente: ¿hay más compromiso, conciencia, ideología, en Robert Serra que en Juan Contreras, por ejemplo? (Sin descalificar o desmeritar a Robert Serra).

Algunos de sus ministros se han dedicado a otras cosas menos a trabajar por el pueblo. Yo a usted lo comprendo, sé que usted no puede solo, los ministerios están plagados de gente desafecta a este Gobierno en cargos de mucha jerarquía, jodiendo a todos aquellos que están comprometidos con usted, esos que no dudarían de salir a la calle a ofrendar su vida por usted. Sé que hay una deuda social muy grande, pero el desengaño en ocasiones se apodera de ellos cuando no ven sus expectativas cumplidas y son los mismos que a diario utilizan el metro, y tienen que morir de calor porque los sistemas de aire acondicionado sólo funcionan en las mañanas, y son los mismos que a diario van en busca de repuestas a esos ministerios, y sólo obtienen maltrato por aquellos funcionarios que se hacen llamar “revolucionarios” y que les gusta descalificar a todo aquel que de manera humilde exige se cumpla con los derechos que la Constitución les otorga, ¿será que sólo tenemos deberes, más no derechos?

Y todo esto usted lo entiende, si no lo entendiera no hubiese tomado las riendas de la campaña electoral, todos fuimos testigos de ello, y lo seguirá haciendo, porque entiende que la gran mayoría son unos bates quebrados. Los medios no son formadores de líderes, mi estimado Presidente, como muchos han querido entenderlo, los medios tienen otra función, NO vendernos “líderes” cual si de "mises" se tratara.

Usted no puede seguir imponiendo, a través del favoritismo, a sus elegidos, NO, NO, hay procesos internos que debemos dejar que fluyan ¡esa es la tarea!

¿Dónde está la formación política e ideológica de nuestros nuevos líderes?
¿Las escuelas de formación política están en la clandestinidad?
¿Quién o quienes le están poniendo el pecho para formar a nuestros jóvenes, a los no jóvenes, incluido parte de su tren ministerial?
¿Por qué los nuevos revolucionarios persiguen a los viejos revolucionarios?

¿Hasta dónde y cómo, debemos profundizar, o radicalizar, este proceso?

¿Qué resultados podemos esperar para el 2012?

Presidente Chávez, usted es sabio y solidario, disculpe el cuestionarlo, pero en medio de sus reflexiones, usted entiende demasiado bien, que de no corregirse todas las desviaciones a las cuales nos ha expuesto parte de su equipo y los cogollos del Partido, vamos por un desfiladero que tiene fin. ¡Es hora de enseriar a la Revolución bolivariana, y enderezar todas las cargas!

Hoy comienza el nuevo amanecer de la revolución bolivariana, tu mejor que nadie lo sabe, no permitas Hugo, que el odio desenfrenado de esta oposición infame y traidora, triunfe, vendrán por los buenos, tu Hugo entiendes muy bien, que el rencor y el resentimiento es la suma de odios y esto se traduce en la inexorable muerte del amor y la esperanza. Estamos a tiempo.

NO HAY NADA MAS EXCLUYENTE QUE SER POBRE

Patria, Socialismo o Muerte…
Venceremos

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Ricardo Abud

Estudios de Pre, Post-Grado. URSS. Ing. Agrónomo, Universidad Patricio Lumumba, Moscú. Estudios en Union County College, NJ, USA.

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