Causas indignantes que hay que desmantelar

Bolas Pepsi y otras mas grandes

A la muy famosa bola pepsi que durante muchos años compartió el horizonte de Caracas, junto al Guarairarepano, en lo alto de la Torre Polar de Plaza Venezuela, le llegó la hora de rendir cuentas a la ciudad; y es que si el Guarairarepano nos da tanto a los caraqueños, la tan dichosa bola pepsi nunca nos brindó nada, si acaso marcar la ciudad en el mapa, cual supuesta bandera estadounidense en la Luna como símbolo del territorio conquistado por el imperialismo… La bola pepsi nunca mereció compartir horizonte con nuestro Guarairarepano, ni tampoco lo merece la impresionante taza de nescafe que adorna el edifico vecino; pues si a ver vamos, en la idiosincrasia del venezolano, una pepsi le puede quitar el puesto a un papelón con limón pero un nescafe nunca le quitará su lugar a un guayoyito criollo…

La Alcaldía de Caracas, responsablemente le impuso una orden de remoción de la mega esfera de 80 toneladas a la empresa multinacional Pepsi por no cumplir con las ordenanzas municipales y por representar un peligro latente para l@s ciudadan@s, por el descuidado mantenimiento de la infraestructura… ¿Cómo estará el tazón de nescafe? Particularmente creo que esa tasa hay que romperla.

Otra inmensa bola que recorre nuestro país, es esa mentira de que “Polar somos todos” y esos mensajitos de textos que están circulando que dicen “Qué sería mi vida sin Harina Pan o sin Mavesa y no sé qué otra ridiculez más”… Lo mismo que sería nuestra vida sin la bola pepsi en lo alto de nuestra ciudad, y es que el capitalismo es capaz de crear necesidades extravagantes e inexistentes, hasta el punto de hacernos pensar que comprar un producto es tradición cultural, no lo paguemos para ver si ese supuesto patrimonio nacional es nuestro… Porque si necesitamos alimentos, pero no marcas.

¡Ah! Pero aquí se está jugando al desabastecimiento y la especulación, recordemos que hay que crear una matriz de opinión para intentar ganar las próximas elecciones del 26 de septiembre, y empresas polar maneja buena parte del mercado de productos de primera necesidad y su distribución; resulta paradójico que su cerveza es capaz de llegar a los sitios más recónditos del país, en una impresionante red de distribución, sin embargo los alimentos no tienen la misma suerte ¿Por qué será? La bola de la especulación con los alimentos del pueblo debe ser removida como la bola pepsi.

De bolas pepsi está lleno el mundo, mucho más grandes: bolas de injusticias, bolas de mentiras… Pero allí están, presidiendo el horizonte mundial como el símbolo del más triste colonialismo imperial. Recientemente la humanidad entera fue testigo de cómo el ejército israelí atacó a una flotilla humanitaria que tenía como destino Gaza en Palestina, con el objeto de llevar ayuda y suministros de primera necesidad a su población… El resultado fue una catástrofe, más de 16 activistas asesinados y decenas de heridos, con la simple excusa de que la seguridad de Israel estaba amenazada y que en esa flotilla iban armas para armar a Hamas.

Seguramente estaban en esos barcos las armas de destrucción masiva que nunca se encontraron en Irak, o Al Qaeda y los Talibanes que emigraron de Afganistán… Nada que sorprendernos la verdad, pues ese mismo ejército sionista asesino, fue el mismo que sin ningún remordimiento atacó la franja de Gaza, matando a niños y destruyendo hospitales… Además, ese mismo estado sionista que hace lo que le da la gana y no respeta a nadie, es el único que si tiene la bomba atómica en el Medio Oriente ¿Quién es el Terrorista? ¿Quién ha demostrado que puede matar si le da la gana? Israel representa una amenaza para la humanidad; esa bola pesa mucho más que la bola pepsi y hay que removerla con una ordenanza mundial por la justicia y la verdad.

Otra bola no menos grande que está flotando en el mar, es el petróleo que emana de las profundidades de la tierra en una perforación, que a simple vista fue descontrolada. La empresa petrolera BP, responsable de la plataforma de extracción de crudo en el Golfo de México, sin tener en cuenta las medidas de seguridad, pero si considerando las enormes ganancias, cometió el ecocidio más grande de nuestra historia, y ahora simplemente se declara incompetente… Las bolas de BP y del capitalismo destructor de nuestro medio ambiente, hay que cortarlas…

Una última bolita fue las recientes elecciones presidenciales en Colombia; cada pueblo tiene el gobernante que merece, y cada imperio pone a los gobernantes que quiere… Santos significa la continuidad de una política de intervencionismo estadounidense en Latinoamérica; esa bola está demasiado oxidada y aunque intenten repararla con técnicos traídos del norte, esa bola cae por sí sola.

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@ildemejicano

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